Diana Gonzales Obando

El arqueólogo cajamarquino Quirino Olivera recuerda que el lugar donde encontró lo que sería la evidencia del cacao más antiguo del mundo era un botadero. Cuando llegó a investigar a Montegrande, Jaén, en el año 2010, la zona estaba abandonada, pero él tenía la intuición de que algo muy grande se escondía en esas tierras.

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