Se recuerda a sí mismo como un mataperro, un adolescente travieso y un estudiante distraído con buenas notas. El gran tenor peruano Juan Diego Flórez (50), una de nuestras grandes estrellas que brillan en el mundo, supo desde pequeño que la música le iba a sonreír durante toda su vida.
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A los diez años ya dominaba la guitarra. Es que el arte le viene de familia, con un padre como el compositor y cantante Rubén Flórez, considerado de los mejores intérpretes de Chabuca Granda. Juan Diego pasó de cantar en matrimonios y casi convertirse en un artista pop a llevar su grandiosa voz a escenarios teatrales de música clásica y entonar “La flor de la canela”, “Valicha” y “Ojos azules” frente a los oídos de Europa y Latinoamérica al mismo nivel que una ópera de Mozart o Rossini.
En 2016, sorprendió al mundo al vestirse de Manco Cápac en Londres e interpretar la canción “Rule, Britannia!”, cuando la tradición dicta vestirse de un motivo británico, frente a más de 200 mil personas que no daban crédito a su audacia. En este camino de retos y logros, entendió que la música no solo es talento y placer, vio en ella una herramienta de transformación social para niños, niñas y adolescentes vulnerables. Así nació, en 2011, Sinfonía por el Perú.
—¿Cuáles eran tus expectativas entonces?
La música ha tenido un impacto transformador en mi vida, y una vez que experimenté el poder que tenía, supe que quería compartir esa experiencia con los niños y niñas de mi país. Así nació Sinfonía por el Perú, con el deseo de contribuir con la construcción de un país más justo y con desarrollo social a través de la música. El sueño de sembrar orquestas y coros en todo el país fue el primer impulso y la principal motivación detrás de buscar apoyo para los niños y niñas que se beneficiarían de nuestros programas. En retrospectiva, estamos muy orgullosos de lo que hemos logrado en estos 12 años.
Hemos demostrado que acceder a una formación musical en espacios seguros tiene un impacto positivo en el desarrollo educativo, emocional y familiar, forjando habilidades y oportunidades que hoy vemos reflejadas en las trayectorias de vida de miles de niños, niñas y jóvenes. La música ha sido una herramienta de transformación social invaluable y estamos emocionados de ver cómo ha ayudado a cambiar las vidas de tantos niños en todo el país.
"Es importante no solo promover la cultura y la música como herramientas para el desarrollo social, sino también reconocer que estas industrias tienen un impacto positivo en la economía"
—¿Cuál es tu perspectiva de la música en el Perú, como profesión, como enseñanza? ¿Estamos en buen camino o qué hace falta?
En Perú contamos con un gran talento, pero necesitamos convencernos de que la música y las artes son caminos viables para el desarrollo profesional y personal, y que tienen un impacto positivo en la construcción de mejores sociedades. Me alegra ver que cada vez hay más oportunidades de desarrollo profesional en música a nivel superior. Sin embargo, creo que debemos seguir invirtiendo y dando un mayor impulso para que todos los jóvenes tengan acceso a una formación musical de calidad y a oportunidades laborales en este campo. Aunque se han logrado avances en este sentido, todavía hay desafíos pendientes para fortalecer y formalizar la industria musical en el Perú. Por lo tanto, es importante seguir trabajando en conjunto para superar estos obstáculos y crear un ambiente propicio para el crecimiento y la profesionalización de los músicos y artistas del país.
La democratización del acceso a la formación musical y la promoción de la cultura y la música como instrumentos del desarrollo son parte de nuestra misión desde Sinfonía por el Perú. Es importante no solo promover la cultura y la música como herramientas para el desarrollo social, sino también reconocer que estas industrias tienen un impacto positivo en la economía y las cadenas productivas del país. Las empresas, el Estado y otras instituciones deben darse cuenta de que invertir y apoyar estos modelos de intervención social y cultural es beneficioso a largo plazo porque contribuyen a la educación y la profesionalización de los ciudadanos, y esto puede conducir a una sociedad más empática y de bienestar.
—Así como el deporte da disciplina para la vida diaria, ¿qué es lo que otorga la música a niños y jóvenes, qué valores desarrolla?
Es importante mencionar que a muchos la música les da conciencia y sensibilización social, además de los valores tradicionales que siempre mencionamos. Muchos de ellos logran darse cuenta de las distintas realidades y gracias a las experiencias artísticas, culturales y sociales que viven, van fortaleciendo cualidades como el juicio crítico y la autorreflexión. Además, también se desarrolla la facilidad para trabajar en equipo, la autoestima y la autopercepción positiva.
—El nombre de Juan Diego Flórez es reconocido en todo el mundo y en tus declaraciones mencionas que lo lograste -además del talento- con la ayuda de las personas que te rodearon. Ahora que estos niños, niñas y jóvenes tienen a un Juan Diego Flórez y una organización que los apoya, ¿qué futuro visualizas para ellos? ¿Qué es lo que pueden lograr?
Visualizo un futuro lleno de oportunidades para ellos y estoy seguro de que pueden lograr todo lo que se propongan. En Sinfonía por el Perú no buscamos únicamente desarrollar músicos de excelencia, sin duda lo logramos y a mí me llena de orgullo cantar junto con la Orquesta Juvenil de Sinfonía por el Peru en los mejores festivales del mundo, porque tienen un excelente nivel. Nuestro propósito principal es ayudar a que los niños, niñas y jóvenes puedan alcanzar sus sueños y proyectos de vida. Los acompañamos con energía y esperanza y les brindamos las herramientas. Después de 12 años de trabajo, ya he visto a muchos pequeños que ingresaron a Sinfonía cuando tenían solo 9 o 10 años, convertirse en jóvenes profesionales de éxito.
Algunos de ellos están abriendo camino en el mundo de la música académica, siendo invitados a festivales importantes, estudiando en las mejores universidades y llevando su talento fuera del Perú. Otros han obtenido becas para estudiar carreras como Derecho o Comunicaciones, y muchos de ellos crean proyectos para sus comunidades. Además, algunos se han convertido en maestros en nuestros centros, voluntarios y agentes de cambio en sus propias comunidades.
—¿Qué sientes cuando estás en el escenario con ellos y materializas el esfuerzo?
Un enorme orgullo de ver cómo Sinfonía realmente ha impactado en sus vidas. Todo por lo que trabaja este gran equipo humano se ve reflejado en la excelencia y profesionalismo con que estos jóvenes se desenvuelven en un escenario. El año pasado, con la gira que tuvimos por Suiza y Austria, en tres de los principales festivales de música clásica del mundo: Salzburgo, Gstaad y Lucerna, fue inolvidable. Aportaron algo que no se percibe en otras orquestas, que es la energía, la forma de tocar todos juntos, su espíritu, su entusiasmo, su optimismo y su mensaje de que a ellos la música les cambió la vida y que quieren cambiar el mundo con la música.
"Lo principal es tener empatía y conocer los diferentes contextos y realidades que nos permita saber cuáles serán los impactos que queremos generar"
—Sinfonía por el Perú está en 10 regiones de costa, sierra y selva, donde las condiciones de vida son totalmente distintas y tiene sus propias características. ¿Cómo hacen para adaptarse a cada región?
Lo principal es tener empatía y conocer los diferentes contextos y realidades que nos permita saber cuáles serán los impactos que queremos generar. Además, los maestros hacen gran parte del trabajo al ser constantes con la metodología de educación musical que se imparte en donde se fomenta también la integración social con los padres de familia, buscando implantar el concepto de comunidad. Creo que nuestra clave para adaptarnos a cada región radica en ello: crear comunidades en donde los padres de familia, maestros y beneficiarios se sientan identificados, es allí donde se da el efecto multiplicador de Sinfonía.
—Uno de los objetivos de la campaña 2023 es que los niños, niñas y adolescentes de conviertan en agentes de cambio para la sociedad, ¿cómo se logra?
A través de la música, los niños, niñas y adolescentes pueden desarrollar habilidades sociales, emocionales y cognitivas que les permiten ser agentes de cambio en la sociedad. En Sinfonía, brindamos oportunidades y herramientas para que los jóvenes puedan expresarse libremente, trabajar en equipo, desarrollar su creatividad y liderazgo, y así convertirse en ciudadanos comprometidos y conscientes de su entorno. Además, promovemos la participación activa de los jóvenes en la toma de decisiones, y les brindamos espacios para que puedan compartir sus ideas y proyectos con la comunidad.
De esta manera, podemos lograr que los niños, niñas y adolescentes se conviertan en agentes de cambio y contribuyan a la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Por eso nuestra campaña se llama Sinfonía por un Perú mejor, porque busca extender ese llamado a contribuir con nuestra organización, buscamos crear conciencia en la sociedad sobre la importancia de apoyar proyectos sociales y culturales como Sinfonía, que promueven el desarrollo humano y la igualdad de oportunidades. Juntos podemos construir un Perú mejor, y la música es un camino poderoso para lograrlo
—¿Cuál sería tu llamado a las personas, empresas y al público objetivo para colaborar con Sinfonía por el Perú en esta campaña?
Invito a todas las personas, empresas y al público en general a unirse a la campaña “Sinfonía por un Perú mejor”. Juntos podemos componer una música que transforme vidas, impulse sueños y siembre esperanza en nuestra sociedad. Sinfonía por el Perú busca construir un país mejor para nuestros niños, niñas y adolescentes a través de la música y el desarrollo integral. Todos podemos ser agentes de cambio para lograr grandes cosas, pero necesitamos unirnos y trabajar juntos para alcanzar la meta. Los animo a ser parte de este movimiento y aportar tu granito de arena para el desarrollo social del Perú.
—¿Cuál es su opinión sobre el Perú de hoy?
Es un país con un gran potencial y riqueza cultural y con personas excepcionales que luchan incansablemente para salir adelante, pero que también enfrenta grandes desafíos. La crisis social, económica y climática se agrava y afecta de manera negativa a las personas más necesitadas, incluyendo a nuestros niños y niñas que son el futuro del país. En este contexto, creo que proyectos como Sinfonía por el Perú son fundamentales, ya que buscan fomentar el desarrollo integral de los jóvenes y empoderarlos para que sean agentes de cambio en sus comunidades. Es importante que sigamos trabajando juntos para construir un país más justo, equitativo y próspero para todos los peruanos.//
Los canales para donar son:
- Página web de la campaña de recaudaciones www.sinfoniaporunperumejor.org
- Yape: 938 149 648
- Cuenta Corriente:
BBVA Soles: 0011-0117-0100076469 I CCI: 011-117-000100076469-94
BBVA dólares: 0011-0117-0100076477 I CCI: CCI 011-117-000100076477-97