¿Cuál fue tu primer trabajo? Revisar el pasado puede traer muchas sorpresas, especialmente si recordamos los primeros cachuelos o labores a los que la vida nos llevó. ¿Sabías que la querida actriz Irma Maury se desempeñó en el ámbito empresarial antes de interpretar sus aclamados papeles en la pantalla chica? ¿O que la conductora y actriz Fiorella ‘Amistad’ Rodríguez comenzó su vida laboral en la cocina y salón del recordado restaurante Costa Verde? Ellas y otros personajes nos cuentan sus historias.
Actriz y secretaria
“Mi primer trabajo como tal fue a los 18 años en el proceso de admisión de la Uni - versidad Nacional Mayor de San Marcos. En ese momento, todo se hacía manual; hicimos las estadísticas de los exámenes y todo lo inherente a ese proceso”, recuerda Maury sobre su primera chamba. Era mecanógrafa y taquígrafa, después estudió Secretariado Ejecutivo y Administración: “Mi carrera ha sido en el ámbito empresarial”, detalla, y continuó en esa línea hasta su retiro a los 43 años. ¿Cómo llegó a la actuación? “Durante unas vacaciones, llevé un curso de teatro para distraerme y me dediqué a la actuación esporádicamente. Era un hobby”, nos dice, hasta que se entregó de lleno desde 1993, regalándonos inolvidables personajes como Doña Nelly en “Al fondo hay sitio” y Olga Gómez en “Mil oficios”.
Decisiones, cada día
El caso de Fiorella Rodríguez es igual de curioso. Sin proponérselo, tomó una decisión que cambió su vida y sus proyectos. Mientras estudiaba Psicología, su hermana le pidió que la reemplazara quince días en su trabajo en el desaparecido restaurante Costa Verde. Sin pensarlo mucho, aceptó, y esos pocos días se convirtieron en cinco años: “Arranqué en la cocina, pelando ajíes y verduras. Después, me desempeñé como mesera y, luego, me encargué del salón. Ahí conocí a todas las personas que, de alguna manera, me ayudaron a estar donde estoy”. Así conoció a Jessica Newton, personajes relacionados a la televisión y a Aristóteles Picho, actor que la convocó al cásting de la novela “Los unos y los otros”, donde comenzó su carrera artística en la televisión y, por consiguiente, el cine, el modelaje y el teatro. Para Rodríguez, esa primera chamba fue determinante en su vida.
Para el actor y conductor de televisión, Cristian Rivero, en cambio, su primera chamba --y primer despido-- fue en la televisión, cuando participó en el grupo de ‘los dicolines’ del programa infantil Nubeluz: “Jugábamos con los artistas invitados una especie de charadas o adivinanzas. Tenía 12 o 13 años, pero como era muy alto me sacaron. Duré dos semanas”, nos dice el artista. Unos dos años después, Rivero se hizo parte del grupo de Gólmodis dentro del mismo programa.
Quien comenzó en la música y continúa desarrollándose en ese ámbito es el tiktoker Roberto Herrera, conocido en redes como Beik. “Desde muy pequeño canté en todos los lados que te puedas imaginar: verbenas, serenatas, quinceañeros, bautizos, chocolatadas, aniversarios de acentamientos humanos, en todos lados”, comenta. A los 8 años, en su natal puerto San Juan de Marcona, al sur de Ica, ya le estaban pagando por este trabajo por lo que lo considera “su primera chamba”.
Mil oficios
A quien la vida también le deparó muchas sorpresas es al diseñador de moda Yirko Sivirich, quien llegó a Lima desde Ica, repartió currículos y encontró su primer trabajo como empaquetador en el supermercado Santa Isabel a los 18 años.
Antes de hallar su vocación entre las telas y el diseño, Sivirich estuvo unos meses al lado de la caja llenando las bolsas de los clientes y metiéndolas en los carritos de compras: “He sido mozo, he vendido teléfonos puerta por puerta; desde joven, tuve que solventar mis gastos de comida, pasajes, habitación. Tenía que trabajar sí o sí. He tenido unos 15 trabajos y siempre los he disfrutado todos”. Al entrar como vendedor a la tienda del diseñador Ermenegildo Zegna se dio cuenta de que la moda era su destino.
Cambios acertados
Las ventas, antes que la cocina, fue el área donde el chef Ignacio Barrios comenzó a trabajar. “Empecé como practicante en una transnacional, en el área de ventas, optimizando los canales de distribución de bodegas y puestos de mercado. Pasé a ser vendedor y estuve un año en La Parada y en los mercados mayoristas de Cusco, Puno y Juliaca, esas eran mis zonas”, recuerda del trabajo en el que estuvo por cuatro años. La experiencia y dinámica en ventas continuaron en sus futuros proyectos, ahora el chef resalta por negocios como Urban Kitchen con 10 años en el mercado.
La también chef y creadora de la marca Miss Cupcakes, Paloma Casanave, se inspiró en su primera chamba para crear el nombre de su empresa, pues en sus inicios laborales fue Miss Paloma, maestra de inicial. “Estudié Derecho, pero me di cuenta de que no era lo mío y me cambié a Psicología.
Así, ingresé a practicar al área psicopedagógica de un nido. Ahí me percaté de que me encantaba aprender jugando como lo hacen los niños y como lo hago yo, que tengo TDAH. Entonces, me cambié a Educación Inicial para tener más herramientas, ese fue mi primer trabajo formal. Lo disfruté muchísimo”. En paralelo, Casanave empezó con su negocio de ‘cupcakes’ y este fue creciendo hasta dedicarse por completo a la repostería. //
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