Durante el año, Sinfonía por el Perú realizó más de 15 presentaciones virtuales. Adaptación, buen ánimo y amor al arte fueron algunos de los puntos claves para que esto sea posible. (Foto: Sinfonía por el Perú)
Durante el año, Sinfonía por el Perú realizó más de 15 presentaciones virtuales. Adaptación, buen ánimo y amor al arte fueron algunos de los puntos claves para que esto sea posible. (Foto: Sinfonía por el Perú)
Vanessa Cruzado Alvarez

Reinventarse es la palabra que mejor define el año que se fue. Es, también, la que más menciona Juan Manuel Morales (48), profesor de coro y director del núcleo de Huánuco en desde el 2017, cuando hace referencia a la experiencia de enseñanza digital. “Algunos profesores nunca en su vida habían tenido contacto tan estrecho con la tecnología en lo que a plataformas como Zoom o Skype se refiere. Las clases se montaron en tiempo récord. Incluso pudimos hacer conciertos virtuales”, agrega. Como suele suceder con cualquier espectáculo, el público desconoce las movidas tras bambalinas: la asociación llevó los instrumentos a la casa de cada niño; no todos los alumnos contaban con un smartphone o tenían buena señal de wifi y algunas clases se dictaron vía llamada telefónica; Juan Manuel y los más de 200 profesores en 10 regiones que tiene Sinfonía se adaptaron a los horarios de los seis mil niños y adolescentes para poder complementar las lecciones.

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“Esto tiene que ver con la decisión de mantener la práctica musical, pero sobre todo con los niveles de impacto que tiene la intervención de la asociación: reducir la violencia doméstica y el trabajo infantil, entre otros. Así como cada casa se ha convertido en una escuela, para nosotros también se ha convertido en un espacio para la música”, enfatiza Gabriela Perona, directora ejecutiva de Sinfonía por el Perú.

Juan Diego García, que toca el trombón, solía asistir a las clases presenciales. En el 2020 fue uno de los 6 mil alumnos que se conectaron vía Zoom a las clases de tres horas de duración cada una. (Foto: Sinfonía por el Perú)
Juan Diego García, que toca el trombón, solía asistir a las clases presenciales. En el 2020 fue uno de los 6 mil alumnos que se conectaron vía Zoom a las clases de tres horas de duración cada una. (Foto: Sinfonía por el Perú)

Los alumnos se reúnen virtualmente varias veces por semana, en grupos más pequeños que de costumbre, con sus profesores y reciben instrucciones sobre una misma partitura, como en una clase normal. “Las clases de teoría musical, por ejemplo, se dividen entre cinco o seis chicos que se conectan por Zoom y el profesor repite esa clase en varias sesiones con otros alumnos. Esto nos permite atenderlos en horarios distintos y adecuarnos a sus necesidades”, refiere el profesor Juan Manuel. Los niños añoran, cómo no, juntarse y armonizar con sus compañeros. Esta experiencia, sin embargo, ha permitido reforzar no solo el vínculo alumno-docente, sino también con sus instrumentos musicales.

“Lo que más nos funcionó fue el trabajo de forma individualizada. Permite que el alumno trabaje con más confianza”, explica el profesor Juan Manuel Morales. En la imagen: Madysson Torres, violinista del núcleo de Puno. (Foto: Sinfonía por el Perú)
“Lo que más nos funcionó fue el trabajo de forma individualizada. Permite que el alumno trabaje con más confianza”, explica el profesor Juan Manuel Morales. En la imagen: Madysson Torres, violinista del núcleo de Puno. (Foto: Sinfonía por el Perú)

Hay otro factor que ha contribuido al éxito de la enseñanza virtual: el apoyo de los papás y mamás. “Han estado presentes en muchas de las clases, pendientes de alguna reunión virtual. Esto demostró el poder de convicción de Sinfonía en los núcleos familiares”, destaca Morales. “Esto ha permitido fortalecer no solo a los niños y a los grupos, sino también a sus familias. Son cerca de 18 mil familiares que han acompañado esta experiencia a nivel nacional”, agrega Perona.

‘JUNTAR’ LA MÚSICA

En el 2020, la asociación realizó más de 15 presentaciones virtuales. “Como diríamos aquí: eso fue una chamba grande”, comenta Juan Manuel, y no es para menos. Cada alumno grababa la melodía que le correspondía y el profesor testeaba hasta que el audio quedara bien. Luego juntaron todas las grabaciones, con secciones musicales, para una edición general de audio. Una vez listo, se les pedía a los alumnos que grabaran un video –sobre la melodía– para así calzar con el audio. “Ese fue el plus que realmente motivó a los padres: ver a sus hijos en redes sociales interpretando lo que con tanto esfuerzo vieron en casa”, agrega el profesor de coro.

Recital virtual de Sinfonía por el Perú

Este año es especial para Sinfonía por el Perú porque cumple una década, agrega Juan Diego Flórez, “de regalar a los niños y niñas de nuestro país esperanza, alegría y la prospectiva de una vida mejor”. “A pesar de haberse visto afectada por la pandemia, Sinfonía por el Perú se proyecta hoy como un programa aún más relevante para nuestra sociedad. Su capacidad para incidir en el desarrollo de niñas, niños y adolescentes en situación de riesgo resultará de central importancia para favorecer a quienes más se hayan visto afectados en esta crisis. Por ello, Sinfonía por el Perú continuará con su misión de ser un agente de cambio y transformación social mediante la práctica colectiva de la música”, agrega el tenor peruano. A la fecha, la asociación tiene 22 núcleos y están próximos a inaugurar en Moquegua y Tacna. “Los estudios y balances del impacto de la emergencia sanitaria en niños y adolescentes nos arrojan la urgencia de continuar y reforzar nuestro trabajo, sobre todo en el aspecto emocional, de la práctica musical y el refuerzo del tema familiar. Retomamos actividades en quincena de enero continuando con la perspectiva digital. Estamos a la espera de las normativas para el retorno; mientras tanto, continuaremos con más fuerza”, concluye Perona. //

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La música se expande

Presencia nacional. Sinfonía por el Perú se encuentra en Lima, La Libertad, Loreto, Áncash, Huánuco, Junín, Ayacucho, Ica, Cusco, Arequipa y Puno. Cuenta con 22 núcleos, 9 módulos y 2 talleres de lutería (construcción de instrumentos de cuerdas).

Nota alta. Tiene diferentes elencos, como Kínder Musical, Programa Coral y Orquestal en los niveles infantil, prejuvenil y juvenil, Big Bands y Ensamble Puro Perú. Además, ofrece un Programa de Educación Especial, formado por el Ensamble de Percusión y el Coro Manos Blancas, donde participan más de 70 niños y niñas con habilidades diferentes.

"Una de las cosas que más nos funcionó fue el trabajo de forma individualizada: técnicas con el instrumento. Hubo una empatía muy marcada entre profesor y alumno", explica el profesor Juan Manuel. (Foto: Sinfonía por el Perú)
"Una de las cosas que más nos funcionó fue el trabajo de forma individualizada: técnicas con el instrumento. Hubo una empatía muy marcada entre profesor y alumno", explica el profesor Juan Manuel. (Foto: Sinfonía por el Perú)

Nuevos retos. Su Orquesta Juvenil tiene programada una gira por Europa.

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