Ciudad de México se sumó con el inicio del año a la lista de municipios, estados y países que prohíben producir y comercializar las bolsas plásticas como medida para proteger el medioambiente.
Y es que este material representa una parte considerable de las 13.000 toneladas de basura que genera diariamente la urbe de nueve millones de habitantes, de las cuales se reciclan 1.900 toneladas y 8.600 terminan en rellenos sanitarios.
Desde el 1 de enero las únicas permitidas en la capital mexicana son las compostables, por lo que los consumidores deben portar sus propias bolsas o recipientes reusables para hacer las compras en mercados y supermercados.
El de la capital mexicana sigue así la estela de los gobiernos que han hecho intentos de frenar la avalancha de plásticos que afecta al medioambiente. De América Latina, las naciones en las que se han prohibido total o parcialmente ese material, o tiene regulaciones al respecto, son Colombia, Puerto Rico, Chile, Ecuador, Argentina, Perú y Costa Rica.
Sin embargo, diversos estudios han puesto en evidencia que las prohibiciones de bolsas de plástico no siempre son la mejor solución. Incluso hay datos que apuntan a que usar bolsas de reuso, como las de algodón o incluso las compostables, genera nuevos problemas para el planeta.
¿Lo compostable es mejor?
Un informe recién publicado en Reino Unido analiza las bolsas compostables, aquellas cuyos materialesse degradan más rápidamente que las de plástico. En teoría.
La investigación la llevó a cabo el think tank Green Alliance y se titula Plastic Promises: what the grocery sector is really doing about packaging (“Promesas plásticas: qué está haciendo realmente el sector de la alimentación sobre el empaquetado”).
Libby Peake, portavoz del organismo, le dice a la BBC que existe un error de concepción de qué es una bolsa de ese tipo.
"Muchas tiendas están vendiendo envases descritos como biodegradables o compostables. Pero en realidad esos artículos solo pueden ser covertidos en compost —un compuesto obtenido artificialmente por descomposición bioquímica en caliente de residuos orgánicos— por medio de un proceso industrial, e incluso así, algunos productos podrían no ser completamente asimilados", señala.
Una encuesta llevada a cabo por Plastic Promises concluye que el 80% de los británicos consultados piensa que el plástico biodegradable o compostable es bueno para el medioambiente.
"Pero hay poca comprensión de lo que significan los términos (biodegradable y compostable) y cómo se debe tratar ese material", advierte.
Si las personas desechan las bolsas "compostables" y el plástico convencional de forma conjunta y lo tiran en basura, suponiendo erróneamente que se biodegradará como un corazón de manzana, se genera un daño al medioambiente, aclara el think tank.
Qué bolsa usar
Además, como las bolsas compostables no están disponibles en todas partes, la alternativa a las plásticas más a mano para los usuarios son las bolsas de papel y las de algodon.
¿Pero cuál es la mejor opción?
La respuesta no es tan sencilla, pues para determinar qué material contamina menos hay que considerar cuatro cuestiones básicas:
- ¿Cuánta energía se utiliza para hacer la bolsa durante la fabricación?
- ¿Qué tan duradera es? ¿cuántas veces puede reutilizarse?
- ¿Qué tan fácil es reciclarla?
- ¿Qué tan rápido se descompone?
Se necesita cuatro veces más energía para la fabricación de una bolsa de papel que para una de plástico, según una investigación de 2011 de la Asamblea de Irlanda del Norte.
El papel requiere de la tala de árboles, además de que al ser más pesado, su transporte implica un gasto mayor de energía, lo cual se añade a su "huella" de carbono —la totalidad de gases de efecto invernadero que emite, por efecto directo o indirecto—.
Sin embargo, se desintegran más fácilmente y se pueden reciclar, además de que muchos fabricantes usan madera de bosques renovables.
El plástico se genera a partir de derivados de la refinación de petróleo, una industria muy contaminante, pero su transporte genera menos polución.
Sin embargo, es la opción contaminante que más perdurará en el medioambiente al ser desechada.
Las bolsas de algodón son más duraderas que las de papel o plástico, pero al mismo tiempo son las que mayor huella de carbono tienen al requerir una alta cantidad de energía para la producción y fertilización del algodón.
La clave para resolver la pregunta de qué bolsa usar es la reutilización.
Usarla 3, 4 o 131 veces
La Agencia del Medioambiente británica determinó cuántas veces debe usarse una bolsa para que su vida útil haya compensado su producción.
Las bolsas de plástico deberían ser reusadas al menos cuatro veces, las de papel tres, mientras que las de algodón 131 veces.
A esto hay que añadir que el papel es el material menos probable de soportar los tres usos necesarios.
"La clave es reducir el impacto de estas bolsas, sin importar el material y reutilizarlas tanto como sea posible", señala Margaret Bates, profesora de gestión sostenible de residuos en la Universidad de Northampton.
Así que si se reemplaza una bolsa con frecuencia, el impacto medioambiental es mucho mayor.
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