Aves vuelan sobre un mar contaminado. Foto: Max Cabello Orcasitas.
Aves vuelan sobre un mar contaminado. Foto: Max Cabello Orcasitas.
Mongabay Latam

Han pasado cinco semanas del derrame de petróleo de Repsol en el mar peruano y ni las causas ni la real dimensión de las consecuencias están aún definidas. Pero lo que sí es una certeza para los expertos de la Misión de la Organización de las Naciones Unidas que elaboraron un informe, y que llegaron a Perú para hacer una evaluación de la emergencia ambiental, es que «no existe experiencia previa de derrame de esta envergadura, con este tipo de crudo (crudo de Buzios), en ambiente marino en el mundo».

El informe también indica que «esta emergencia ha sido calificada por las autoridades peruanas como el peor desastre ecológico en Perú de su historia reciente«.

Aves muertas cubiertas de petróleo en las playas hasta donde llegó el petróleo por el derrame ocurrido el 15 de enero en Perú. Foto: Sernanp.
Aves muertas cubiertas de petróleo en las playas hasta donde llegó el petróleo por el derrame ocurrido el 15 de enero en Perú. Foto: Sernanp.

La cifra oficial del Ministerio del Ambiente se mantiene en 11 900 barriles de crudo esparcidos en el mar de Ventanilla, una cantidad que, según indica el informe de la Misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), equivale a 2100 toneladas de petróleo, cifra que supera ampliamente las 700 toneladas consideradas el límite para determinar un gran derrame, de acuerdo con la International Tanker Owners Pollution Federation Limited (ITOPF).

El informe también señala que «por la composición del petróleo y las características del ambiente donde ocurrió el derrame, se estima que se ha generado una cantidad muy grande de residuos». El documento indica que al cierre del reporte de la Misión de la ONU «se habían contabilizado 37 mil TM (toneladas de mercancía) de arena contaminada».

El petróleo ha alcanzado cinco distritos del litoral peruano: Ventanilla en la provincia de Callao; Ancón y Santa Rosa, en Lima; y Aucallama y Chancay en Huaral. Las zonas afectadas se calculan en 1400 hectáreas de mar y tierra, así como en más de 500 hectáreas de áreas naturales protegidas marinas, indica el mismo reporte de la Misión de la ONU.

Lee más |

¿Qué más dice el informe de las Naciones Unidas?

Luego de tres semanas de evaluación y recorrido por las zonas del derrame de Repsol, la Misión de la Organización de las Naciones Unidas presentó su informe de evaluación y recomendaciones.

Su análisis, cuya fecha de cierre ha sido el 15 de febrero, detalla los impactos ambientales causados por el petróleo, así como una evaluación de las acciones de limpieza que se están realizando en el mar y las playas.

Aún no se sabe cuál ha sido el impacto del derrame de petróleo en la fauna marina. Foto: Sernanp.
Aún no se sabe cuál ha sido el impacto del derrame de petróleo en la fauna marina. Foto: Sernanp.

El documento de 49 páginas indica también que las áreas con mayor acumulación de hidrocarburos son «las estrechas bahías rocosas entre Ventanilla y Chancay», que son «las zonas críticas por la dificultad para su limpieza» y podrían ser una «fuente de contaminación secundaria que podría tener consecuencias negativas para el medio ambiente durante mucho tiempo».

El informe también indica que «debe prestarse especial atención a las zonas inaccesibles desde tierra donde se ha observado una importante acumulación de contaminación por el derrame» y cita como ejemplo los acantilados de Pasamayo, por tratarse de lugares que podrían ser fuente de contaminación secundaria a largo plazo, pues «el petróleo puede desprenderse de las superficies y volver al mar».

Para estos casos, recomendaron la recuperación del petróleo mediante pequeñas embarcaciones, siempre que se garantice la seguridad de los operarios, además, indica el informe, debería probarse la recuperación en el mar de dicha contaminación mediante materiales absorbentes.

Los observadores de la Misión de la ONU aseguraron que el nivel de contaminación en las playas de arena era bajo debido a que se había recogido la parte más gruesa del petróleo. Sin embargo, señalan que la mayor parte de crudo que se encontró en la costa procede de la espuma contaminada. Esta espuma oleosa de color marrón, según el informe, «es trasladada por el viento y las corrientes marinas hasta acabar en las  playas de arena».

En las zonas donde se observe la presencia de espuma marrón aceitosa flotante podría contemplarse también la recuperación mediante pequeñas embarcaciones utilizando materiales absorbentes, indica el informe. Sin embargo, en el caso de que este método no sea efectivo, la mejor estrategia sería recoger los restos de espuma depositados en las playas.

Durante sus visitas a campo, los responsables de esta evaluación encontraron hidrocarburo enterrado en las playas de arena, tanto en Cavero, Ventanilla y el sur de Chancay.

En ese sentido, el equipo de la ONU recomienda que se «pase a utilizar técnicas de limpieza más eficaces que permitan realizar las operaciones in situ sin llevarse arena u otros materiales minerales existentes».

En ese sentido, la Misión de la ONU indica que la «remoción masiva de arena y guijarros de las playas deber ser limitada en la fase final de limpieza ya que la extracción de cantidades tan grandes de sedimentos puede provocar la erosión de playas». Hasta el cierre del informe, se habían recogido 20 mil toneladas de sedimentos que han sido almacenados en la refinería La Pampilla.

El artículo original fue publicado por en Mongabay Latam. 

Si quieres leer más sobre océanos en Latinoamérica, Y si quieres estar al tanto de las mejores historias de Mongabay Latam, o seguirnos en y

Contenido sugerido

Contenido GEC