Las relaciones amorosas no tienen porqué ser perfectas, pero sí saludables; pues “mientras más sana una relación, más sensación de satisfacción, gratificación, estabilidad y bienestar tendrás en tu vida”, según la psicóloga y terapeuta de parejas Massiel Martel, quien afirma que cultivar relaciones sanas tiene un efecto positivo en tu salud mental. Por eso, aquí te explicamos cómo darte cuenta de que tu relación está yendo por buen camino.
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Puedes ser tú misma
En una relación saludable, no existe la presión por aparentar o forzarte a ser quien no eres. Tienes la capacidad de expresarte con total confianza y libertad, de decir lo que sientes y piensas sin temor a ser juzgada por tu pareja. De acuerdo a la psicóloga, no debes sentir la necesidad de fingir algo, sino que la relación fluye naturalmente entre los dos.
Hay sensación de bienestar
Para que exista esa sensación de bienestar general, las situaciones o aspectos positivos deben superar a los negativos. “Para saber que una relación está bien, necesitamos un indicador de 5 contra 1, de 5 situaciones positivas contra una no tan positiva o conflictiva”, revela la terapeuta. Además, debes tener en cuenta que estas situaciones deben tener el mismo nivel de magnitud para poder compararlas, pues, por ejemplo, no estará equilibrado si sólo consideras una gran pelea con algunos buenos momentos que pudieron tener juntos.
Tienen límites sanos
Amar a tu pareja no significa dar tu consentimiento para todo. Los extremos son dañinos, por lo que establecer límites que no sean problemáticos y con los que ambos se sientan cómodos es la mejor forma de tener una relación sana y respetuosa. De acuerdo a la especialista, éstos deben ser previamente conversados y acordados para que ambos sepan y tengan claro cuáles son las conductas más apropiadas para llevar la relación en armonía.
Establecen acuerdos
En una relación sana, es tan importante pedir como ceder, pues ambos deben tener la capacidad de establecer acuerdos y negociaciones sin que esto signifique que se deban hacer sacrificios. Pues según la psicóloga, no se trata de aceptar fácilmente el modificar algo que al otro no le agrade de ti sin tomar en cuenta tu opinión, sino de que puedan llegar a un punto medio en el que ambos se sientan cómodos y lo suficientemente satisfechos.
Se tienen confianza
La confianza no es sinónimo de invasión a la privacidad como comúnmente se cree (el querer saber qué hace, dónde y con quién está el otro en cualquier momento); sino de saber que independientemente de la situación, pueden acudir al otro. De acuerdo a la terapeuta, la confianza es estar seguro de que de algún modo todo saldrá bien si se apoyan mutuamente.
Hay buena comunicación
En una buena comunicación no solo importan las cosas que se dicen, sino cómo se dicen. Según la psicóloga, en una relación sana se puede hablar de forma empática, asertiva y respetuosa sin tener que llegar a herirse o lastimarse.
Trabajan en equipo
“En una relación sana, no soy yo o eres tú: somos nosotros”, es una frase que debe ser asimilada y aplicada por ambos, sin que esto signifique que alguno pierda su valor o identidad como individuo o persona, de acuerdo a la terapeuta. Por eso, trabajar en equipo significa enfrentarse ante los problemas o adversidades y buscar soluciones siempre en conjunto.
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