Atletas renuentes: A mi hijo no le gusta hacer deporte

Maritza Noriega

Todos conocemos al niño que es un crack en el fútbol, gana medallas y sus amigos lo quieren en su equipo. Del otro lado están los chicos que no brillan en los deportes o no los practican por causa de alguna enfermedad o, simplemente, no les interesan. ¿Cómo se sienten?

No podemos negar que hay cierta presión por destacar en algún deporte infantil. Sin embargo, «no se les puede exigir a todos rendir como un campeón. Hay que enseñarles a tener identidad, explicarles que cada persona es única y especial y no tiene que ser igual a otra. Es un lema para la autoestima», recomienda la psicóloga Maryta Calderón.

Es verdad. Cada niño debe desarrollarse en aquello que lo haga feliz. Puede ser la música, la pintura, las manualidades, las ciencias, el ajedrez o algún deporte que no practiquen sus amigos del salón, como remo o esgrima. Y no hay que buscar la competencia, pero sí la diversión, la disciplina y el estilo de vida saludable.

CAPACIDAD

Si bien desde muy temprana edad los niños pueden realizar actividades físicas, recién a partir de los 6 o 7 años desarrollan la capacidad de atender por más tiempo y la habilidad de entender y acatar las reglas de un deporte.

SEGURIDAD

Es importante iniciarse en un deporte desde cero. Aprender los movimientos básicos y la mecánica de un juego es fundamental para enfrentarse con confianza a este. De lo contrario, la inseguridad los hará ponerse nerviosos y se frustrarán.

PRESIÓN

A veces, los chicos se sienten presionados por los amigos a practicar cierto deporte o a ganar en una competencia. Si la presión empieza a afectar a un niño, es mejor darse un descanso y volver a entrenar en otro momento.