Carola es una mujer risueña, soñadora y con una energía que va a mil por hora. En la foto de su perfil de Facebook aparece con el cabello cenizo, los ojos delineados de negro, los labios marrones, con un choquer de tachas y su casaca de cuero. En su información personal solo menciona una pequeña descripción: actriz de corazón. A lo largo de los años pasó por diversos trabajos, como realizar reparaciones de transformadores, hacer prótesis dental, vender cuadros de mandalas, obtener un profesorado en yoga, trabajar en movilidad y ser taxista por 16 años. Mazzei tiene 56, considera que aún le faltan muchas metas más por cumplir, pero lo que siempre debe predominar en el camino es la felicidad. Sostiene que “Las mujeres deben hacer lo que ellas deseen, no deben pensar en el qué dirán, qué dirán mis hijos, qué dirá mi esposo o los amigos. Si quieren realizar algo, que lo hagan para satisfacerse ellas mismas. Hay que hacer lo que nos gusta para ser felices”.
Carola es la penúltima de diez hermanos y de todos, fue la más rebelde y la más relajada. Comenta entre risas, que en su juventud se escapó de su casa porque creía que no la querían. Entre su rebeldía y su desobediencia encontró a Luis, su complemento perfecto. Ahora llevan 33 años de casados y tienen dos hijos: la mayor Mirella y el menor Luis Carlos, que siempre apoyan todas las decisiones que su mamá realiza. De niña siempre anheló: ser actriz. Muchas veces jugaba a que era la más reconocida y que limosinas esperaban por ella en la puerta de su casa. En su búsqueda por conseguir lo que quería, consiguió papeles en series como “Los Vílchez”, “De vuelta al Barrio”, “Mi esperanza” y en una película que se estrena a fines de año: “Seductores Irresistibles”, donde actuó con actores como Connie Chaparro, Jesús Neyra y otros personajes reconocidos en el medio.
Para ella empezar a trabajar fue todo un reto, porque su esposo no estuvo de acuerdo con la idea de que saliera de casa. Ella no lo escuchó y a sus 33 años comenzó a estudiar prótesis dental. “Luis quería que esté en la casa, cocinando, haciendo adornos o que cuide de nuestros hijos”. Carola nunca fue participe que las mujeres solo estén al cuidado de los hijos, a ella siempre le gustó socializar y ser un alma libre. En su búsqueda de un trabajo ideal, pasó por algunas actividades y disciplinas, como ser jugadora de vóley, ciclista o como obtener un profesorado de Hatha yoga, la disciplina que le ayudó a abrir la mente y estar más activa. Tras buscar diversas actividades o trabajos que no la convencían del todo, Carola se vistió de valor y ejerció un oficio peligroso: ser taxista.
Al pasar de los años, los accidentes de tránsito van en aumento, por ejemplo, según el MTC, en el 2017 se registraron 88.168 accidentes de tránsito a nivel nacional. Con estas cifras alarmantes, Carola supo esconder el miedo y no retroceder a su decisión. Aún recuerda el primer día en el que salió a taxear: un viernes de febrero. Fue una mañana, en la que se subió a su auto Station wagon color verde con dirección a Miraflores. Ahí se encontró con dos extranjeras que iban hacia Chorrillos. “Recuerdo que les pregunté, ¿cuánto pagan? A lo que me respondieron: 8 soles y les dije, “Vamos, pues”. Con el tiempo fue perdiendo el miedo y ganando experiencia. Estuvo un año trabajando con su auto y más de 15 años en la empresa “Taxi Seguro”.
A Carola no le importó que su esposo le dejara de hablar por dos meses. “No me saludaba, dormíamos en la misma cama pero espalda con espalda. Hasta que al transcurso de los meses, nos miramos, nos reímos y nos amistamos”. No solo se encontró con el machismo en su hogar, sino también en las calles, pero a pesar de ello, continuó con lo que se propuso: buscar un trabajo que la haga feliz. Recuerda que cuando empezó le decían: “anda a la cocina” o “anda a cuidar a los hijos”. “El machismo ha cambiado un poco. Antes te insultaban más, pero ahora ya no se escucha mucho. Lo que sí se ve en la noticas son los feminicidios y es así como se comprueba que aún existe el machismo”, sostiene.
Carola hacía de psicóloga de sus pasajeros o muchas veces el auto era psicólogo de ella. Cuando se enteró que su hija a la edad de 18 años le diagnosticaron esquizofrenia, salía en rumbo desconocido con su auto y se distraía un poco. Con lágrimas en las mejillas, menciona: “Fue terrible, yo no lo podía creer. Estaba con pasajeros atrás, se me venía a la mente mi hija y lloraba desesperadamente, tenía que estar limpiándome las lágrimas y así fue por varios días. Tuve que ir al psiquiatra, porque me deprimí demasiado”. “¡Es bien duro!”, comenta con tristeza, pero prosigue con palabras de aliento: “¡Todo se supera en esta vida!”. Su trabajo fue como un consuelo donde convivía y aprendía mucho de las historias que llegaban a ella. “El taxi es algo increíble, porque los pasajeros tienen cada historia, por ejemplo, le aconsejé a un muchacho que se quería suicidar por una joven. Yo le decía quítate esa idea de la cabeza, todo eso se olvida, se sufre por amor pero todo pasa. Me cuentan sus historias, se bajan del auto y ya nunca más los vuelvo a ver y saber de sus vidas”.
Poco a poco fue dejando el taxi de lado para acercarse más al mundo actoral. A partir de su colaboración en un video de Youtube para el canal “Taxi corazón” y por la entrevista que realizó para El Comercio: “Taxi con aroma a mujer”, la llamaron del canal 5 para participar en un programa de televisión: “Vas o No Vas”. Este consistía en adivinar en qué caja se escondía el premio mayor: 20 mil soles. Su participación fue solo de 18 días, pero le cautivaron las luces y las cámaras. En esos días recordó lo que quiso ser de niña: una actriz muy reconocida. Carola se enriqueció mucho con las historias de los participantes. Ahí conoció a cantantes, bailarines, diseñadores, influencers e incluso a Ricardo Pun-Chong reconocido por ser ganador del premio CNN Héroes 2018.
Por los contactos que obtuvo fue más sencillo encontrar noticias relacionadas a la actuación. Facebook fue su primera aliada, por ese medio, encontró una noticia del instituto Intermedia Cine Tv, donde sorteaban todos los meses becas gratuitas. Envió rápidamente su perfil y ganó: primero cuatro meses gratis, luego un año de media beca. Empezó a mejorar muchísimo y comenzó a buscar lo que requerían las grandes productoras. Y es así como logró participar de figurante en “Mi esperanza”, obtener pequeños papeles en series reconocidas como “Ojitos hechiceros” y “Los Vílchez”. También, realizó varios cortometrajes para universidades, obras teatrales como “La familia hindú” y “Mi nombre es Khan”. Ahora, está actuando en la serie “Bonita familia” que es transmitida en Facebook.
Carola lleva dos años en la actuación y es en escena donde interpreta papeles como bailarina hindú, rockera, monja e incluso de delincuente; muestra lo versátil que puede ser tanto en el mundo actoral como en el mundo real. A sus 56 años es una mujer perseverante y paciente. Ella sostiene: “Me falta muchísimo, en el sentido de crecer actoralmente, pero sí me siento exitosa, porque logro lo que quiero, por ejemplo, quise ser taxista, trabajo que muchas mujeres no se atreven a serlo porque tienen miedo: yo no”.
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