Tiene el pelo rubio largo de comercial, los ojos verdes de catálogo y envidiables piernas de futbolista. Como si fuera poco, otros superpoderes: el 17 de enero del 2013, un miércoles en que empezó la revolución Guardiola en Bayern Múnich, Kathleen Krüger fue la encargada de comunicarle a los jugadores del más campeón del fútbol alemán que Pep asumiría el cargo de entrenador. Fue la voz de la conciencia. O, como trataron de traducir el cargo los medios de todo el mundo, la joven muchacha de 27 años que se había convertido en Team Manager o Jefa de Equipo del Bayern, ese club al otro lado del mundo por el que los peruanos hinchaban desde que sus tribunas gritaban Pizago, Pizago.
Como dicta la velocidad de estos tiempos, o su brevedad, la señorita Krüger convirtió la pesadilla en sueño: envió un breve pero muy cortés SMS a los jugadores. Bávara.
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En su tiempo como futbolista usaba vincha de colores celestes y se ubicaba como mediocampista, siempre en el Bayern. Desde ese lugar en el campo se entiende mejor el fútbol, se tiene otro panorama, decía siempre José Velásquez, el mejor de todos en el Perú. Se retiró muy pronto, a la mítica edad de 27 años pero no se desligó el cuadro muniqués, al contrario: primero fue empleada administrativa y luego, tras sus estudios de Gestión Deportiva, se convirtió en la Jefa Poderosa, como la llama también la web oficial del Múnich. Desde entonces, Kathleen ha estado en todos loS momentos de gloria del equipo: trabajó con Guardiola (1 Supercopa de Europa, 1 Mundial de Clubes, 3 Bundesligas y 2 Copa de Alemania), con Carlos Ancelotti (2 Supercopas de Alemania y una Bundesliga), nuevamente con Jupp Heynckes (1 Bundesliga) y finalmente con Niko Kovac y Hans-Dieter Flick, con quien acaba de humillar al MESSI de Messi 8-2 y, en consecuencia, soñar con una nueva Champions League para sus vitrinas. La cuenta de Twitter Juez Central, acaso la más explosiva por sus datos extravagantes y sus conclusiones, recordó hace unas horas lo que ocurrió tras ganar la última Bundesliga con Flick, el técnico con que el Bayern espera llegar a la final del torneo de clubes más visto en el planeta. ¿Cómo van a celebrar?, le preguntó un periodista. “No lo sé, vamos a ver qué nos deja hacer Kathleen”, dijo el entrenador.
Ella manda.
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¿Qué hace un Jefe de Equipo en un club de las dimensiones del Múnich, que solo concibe ganar? Primero un dato: ella es la única mujer en la Bundesliga que ocupa un cargo con tanto poder de decisión. Un jefe de equipo es un solucionador, una mente que está pensando permanentemente en responder las exigencias de los técnicos y los jugadores, sea para entrenar o convivir. En 2015, en una carta desde Doha publicada en la web del Bayern, Krüger explicó así su trabajo: “Las condiciones de trabajo para Pep Guardiola y sus jugadores vuelven a ser fantásticas. Desde el principio de noviembre estoy a cargo de la preparación. También he viajado aquí un día antes que el equipo. Para hacer los preparativos antes de la llegada del grupo: los lugares de entrenamiento, lo necesario alrededor de ellos, el hotel, los comedores y las salas de conferencias, las zonas de entrenamiento físico, los salones para los jugadores... Ahora, allá donde se encuentre el equipo, soy la mediadora para todo tipo de asuntos: de proporcionar pizarras tácticas, comprobar el riego de las canchas o de los días libres, que seguramente haya alguno alguna vez. Para eso, me informo por adelantado que actividades de ocio se ofrecen en el desierto y puedo sugerírselas a los jugadores. Me ocupo además de la coordinación de las citas con los patrocinadores y planeo también el tiempo tras los entrenamientos, como, por ejemplo, el amistoso en Bochum. Vamos, que no me aburro”. Al final puso una carita feliz: ;-).
Se llama Kathleen Krüger y es el cerebro de la organización.
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En el Perú, no son pocas las mujeres que han ejercido cargos de poder en el fútbol. No solo todas las periodistas y conductoras de TV que hoy dominan los medios de comunicación, con absoluta justicia; también futbolistas y dirigentes. En los 90, la señora Luzmila Templo era la presidente del club León de Huánuco. A finales de esa década, Clementina Carrasco defendía los intereses legales del goleador histórico de la ‘U', Eduardo Esidio. Hasta hace unos meses, Kelly Acuña formaba parte del staff ejecutivo/deportivo de Universidad César Vallejo. En enero 2020, Cantolao, el club por el que han pasado el 90% de los futbolistas peruanos en su etapa formativa (desde Pizarro hasta Manco), eligió a Gisella Mandriotti como presidenta, la única de un equipo profesional en la Liga 1 de Perú. En estos momentos, la señora Mandriotti ultima detalles de la venta de Yuriel Celi a Racing de Argentina. La última joya del fútbol peruano depende hoy de la decisión de una mujer.
Es el fútbol, gracias a Dios.
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