Cuando terminamos nuestros estudios, el ideal de la mayoría de personas es ingresar a una empresa para empezar a ganar nuestro dinero y ser un poco más independientes. Pero no todo es alegría pues recibir un sueldo aumentará una responsabilidad más a tu vida: saber cómo manejar ese dinero.
Las decisiones que tomes ahora pueden afectar tu futuro en muchos sentidos así que es mejor irse a la segura, pedir buenos consejos y no cometer ninguno de estos errores.
1. No pensar en el futuro
Entrar a una empresa implica afiliarte a varias cosas como la AFP y empezar a recibir otros beneficios además de tu sueldo como el CTS. Es bueno que te des el tiempo para averiguar el mejor lugar para aprovechar lo mejor posible todos esos nuevos ingresos como entidades que ofrezcan buenos intereses, programas de inversión, etc.
2. Hacerte cargo de demasiadas responsabilidades
El hecho de recibir un sueldo nos incentiva a buscar un poco más de independencia. Puedes empezar a pagar algunas cosas como tu celular o a aportar algo de dinero para los gastos de tu casa pero no te excedas. Antes de pensar en mudarte o comprar un carro, da pequeños pasos y arma un presupuesto para que tengas claro el tema de tu economía.
3. Olvidarte de ahorrar
Cuando se es joven, no solemos darnos cuenta en lo que se nos va el dinero. Un buen consejo es empezar a hacerte una rutina de ahorro de cada sueldo que recibes. Determina un porcentaje de dinero que guardarás y busca opciones para que ese monto crezca de a pocos como depósitos a plazo o cuentas de ahorro.
4. Dejar de estudiar
Estudiaste durante cinco años en la universidad, te titulaste y ya tienes trabajo. No es momento de quedarse ahí y dormirte en tus laureles. Con tus nuevos ingresos puedes ir pensando en llevar algún tipo de curso para especializarte, aprender un nuevo idioma o postular a diplomado o maestría. Un profesional actualizado vale mucho más en el mercado.
5. Excederte con las deudas
Tener un sueldo te da la facilidad de acceder a una tarjeta de crédito. El peor error que puedes cometer al inicio es usarla demasiado y terminar con una deuda que va a desbalancear tu estilo de vida. Si tienes una, úsala para casos de emergencia o solo si es que puedes pagarla de forma puntual para no generar moras o intereses.