Conmemorar el Día de la Madre Tierra en medio de una pandemia permite concienciar. El que era nuestro mundo, se ha visto reducido de pronto a las cuatro paredes de nuestro hogar. De lo que llamábamos libertad, solo han quedado postales de momentos en la azotea, el balcón o las ventanas mirando el cielo despejado.
Sin duda, las últimas semanas han sido –y continúan siendo – complicadas para el ser humano, situación que también ha permitido retomar la importante conversación acerca del camino que iba tomando el planeta con nuestras acciones. La concentración de contaminación en el aire, la acumulación de basura, el consumo indiscriminado y el temor de los animales en recuperar su hábitat se han visto disminuidos considerablemente a raíz de la crisis, lo hemos visto en fotografías, informes y noticieros.
Sin embargo, esto también nos invita a no bajar la alerta, pues estas fotografías de “ensueño” con cielos despejados y animales libres, no perdurarán si el ser humano –y las industrias – no toman conciencia de sus actos y no empieza a abordar con seriedad los problemas ambientales a nivel mundial.
Mucho antes que la crisis por el COVID-19 llevara a muchos a sacarse la venda sobre el impacto que generamos en el planeta tierra, distintas mujeres en el Perú y el mundo luchaban a diario con sus iniciativas para protegerla, invitando con su valiente testimonio a cuidar nuestro hogar. A continuación, recopilamos la labor de algunas de ellas:
1. Paloma Roldán Ruiz – Ciudad Saludable
Ciudad Saludable es una ONG que por 15 años se ha encargado de impulsar iniciativas de gestión, educación y comunicación sobre políticas públicas para el desarrollo social, económico y ambiental. Además, promueve la articulación y participación del estado, las empresas y la sociedad en general para la creación de soluciones integrales para la adaptación y mitigación frente al cambio climático.
Paloma Roldán Ruiz es la Directora Ejecutiva de Ciudad Saludable, organización bajo la cual también ha brindado la oportunidad a que más mujeres ambientalistas sean visibles en su actuar por el país y el medio ambiente.
Su equipo, está conformado por distintos profesionales, desde ingenieros y agrónomos hasta educadores, terapeutas y administradores. Al día, son aliados de conocidas empresas como Coca Cola, Natura, Siemens y la WWF.
2. Gladys Gómez – Estudiante de ingeniería
A sus cortos 20 años de edad, la ingeniera agrícola Gladys Gómez Huayta tiene una clara meta: preservar y cuidar los recursos hídricos de uno de los lagos más grandes de Sudamérica: el Titicaca.
La joven, empezó a estudiar en la Universidad Nacional del Altiplano en Puno a los 17 años, y se motivó a emprender este proyecto de alto impacto inspirada en su comunidad: “Quería estudiar hidrología desde un principio, ya que estos recursos son muy importantes para el ser humano, la vegetación y la agricultura. En Puno, vivimos de eso, y sufrimos con la escasez del agua. Por eso, quiero ayudar a mi población con esta carrera”, contó Gladys en una entrevista exclusiva con El Comercio.
Gómez, espera que el proyecto esté culminado en dos años enfocándose en purificar el agua del Titicaca para utilizarla como agua potable y en actividades económicas como la agricultura. Además, asegura que con esta iniciativa también se buscará preservar distintas especies marinas, como el pez ‘carachi’, que ya se está extinguiendo por los altos niveles de contaminación y basura.
3. Kerenda Zambrano – Refugio K’erenda Homet
El Refugio K’erenda Homet está ubicado en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata e impulsa la recuperación y conservación ambiental a través de la concientización a la ciudadanía sobre la importancia de la protección del medio ambiente local.
Esta iniciativa nació hace dos décadas con Victor Zambrano, activista social padre de Kerenda, y ella asumió el liderazgo en los últimos años para luchar por la revalorización del derecho a la tierra. Hasta hoy, la labor de ambos ha logrado reforestar más de 20 mil árboles, identificando a más de 3 mil especímenes de flores, 120 especies y recuperando 35 hectáreas de bosque.
Kerenda se ha enfocado en la realización de actividades de conservación, turismo, educación ambiental e investigación, labor que la convirtió en una de los diez ganadores del concurso Protagonistas del Cambio de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas en el 2019.
4. Ruth Buendía – Guardiana de la selva central
Ruth Buendía es una de las mujeres icono de la lucha por el respeto a la selva central en el Perú y el mundo. Ella, es presidente de la Central Asháninka del Río Ene (CARE) desde el 2017, y en el 2014 se volvió acreedora del Premio Goldman gracias a su valiente labor contra las amenazas al medio ambiente y el territorio indígena.
Una de sus más recientes luchas ha sido contra taladores ilegales en la zona, que ingresaron a depredar la comunidad indígena de Meantari. Además, de haberse llevado a cabo el proyecto de la central hidroeléctrica que con su entrega logró detener, se habrían inundado alrededor de 950 km2 de bosques, se habrían generado altas dosis de CO2 y metano por la descomposición de la vegetación de la zona, y los ciclos biológicos de la flora y fauna acuática se hubieran visto fuertemente comprometidos.
5. Isemar y Jacqueline Cruz – Le Qara
Isemar y Jacqueline son hermanas. La primera, es diseñadora de modas con estudios en biotecnología, y la segunda es ingeniera industrial. Juntas, se unieron para crear alternativas sostenibles para la producción de textiles, considerando que la industria de la moda es la segunda más contaminante en el planeta.
“Le Qara”, como bautizaron a su proyecto de cuero vegano y ecológico, las llevó a conseguir el “Premio Nobel” de la Moda Sostenible en el 2019, galardón que las anima a crear muchas más opciones de materias ecológicas.
En la actualidad, ambas hermanas continúan trabajando en la creación de materiales alternativos para una producción más consciente, bajo la fusión de conocimientos en biología, tecnología y diseño; y empleando organismos vivos como bacterias, hongos y levaduras.