Fiorella de Ferrari: "En casa no intento ser maestra"
Fiorella de Ferrari: "En casa no intento ser maestra"

Stefanie Pareja

Ser actriz no fue una decisión para Fiorella de Ferrari, sino más bien una especie de acto reflejo al crecer bajo la crianza de su madre, la directora de teatro, Chela de Ferrari. A Fiorella la hemos visto como una de las tres protagonistas de la película “Climas”, donde interpretaba a una mujer aprendiendo a vivir con la muerte de su hijo. Ha participado en diversas obras de teatro, ha sido conductora del programa “Oh Diosas” y durante cinco años formó parte del programa de televisión para niños “Mad Science”. 

Desde hace diez años Fiorella dirige el nido La Casa Amarilla, un lugar donde el adulto no es dueño de la verdad ni el niño solo una esponja que absorbe todo lo que se le dice. En esta escuela a los niños se los reconoce como seres retadores e inteligentes, que aprenden y que enseñan. Fiorella de Ferrari es, sobre todo, una mujer política interesada en estudiar a esos  ciudadanos a los que les falta más de una década para poder tramitar sus documentos de identidad o participar en elecciones presidenciales. 

- ¿Qué te fascina de los niños?

La velocidad con la que su cerebro trabaja, la cantidad de sinapsis que se produce en los primeros cinco años, su pensamiento científico intuitivo, la necesidad de explorar y construir significados propios. También admiro su capacidad para hacerse preguntas grandes: ¿por qué llueve? ¿Por qué las hojas se caen? ¿Por qué mi amigo tiene el pelo marrón y yo rubio? Los niños todo el tiempo nos traen sus preguntas, la cuestión es si nosotros los escuchamos y si trabajamos basándonos en ellas. 

Tienes mellizos de 6 años y un hijo de 2, ¿cómo enseñas en casa?

En casa soy mamá y no intento ser maestra (risas). Lo que procuro es estar con mis hijos y escuchar qué quieren ellos que hagamos juntos dentro del marco de los valores de la casa. Más que imponer una serie de actividades, intento estar con ellos y que la pasemos bien.

Hay mujeres que sienten culpa por trabajar y dejar al niño en casa. Tú,

¿cómo lo manejas?
 Yo entiendo perfectamente ese sentimiento de culpa, sobre todo lo entiendo cuando alguien siente que su niño no está en un entorno de afecto y cuidado profesional durante su ausencia. Yo no siento esa angustia, porque mis hijos están en escuelas que me permiten trabajar tranquila y aportar no solo a mi familia sino también a mi comunidad. Ellos tienen una vida propia que no es de menor calidad de la que yo les doy en casa. Pero sí reconozco que los niños necesitan tiempo, no solo tiempo de calidad, sino tiempo en sí. Así que desde que tengo hijos ya no puedo trabajar como una locomotora sin parar. Ahora tengo que encontrar estrategias para trabajar y, sobre todo, estar con ellos.

 - El nido que diriges tiene ya diez años, ¿qué lo distingue?

Nosotros trabajamos alrededor de por qué y cómo, no en base a contenido sino a conceptos. Queremos que las experiencias sean significativas y estén conectadas con su vida real. Si un niño nos pregunta sobre dinosaurios, más que hablar de estos animales y su historia, tendremos que encontrar puntos de encuentro entre los dinosaurios y la vida de los niños.

- ¿Cuál debería ser el papel del maestro?

- La escuela tiene que ser ese lugar donde ayudamos a los niños a alcanzar lugares donde no llegarían solos. El juego es nuestra herramienta para que aprendan, pero los adultos necesitan pensar todo el tiempo en cuáles son los conceptos que se esconden detrás de esos juegos. Las interacciones con el maestro deberían provocar que los niños construyan nuevos conocimientos. El aprendizaje se da de adentro hacia afuera cuando el niño interactúa con su entorno. 

VIU
 

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