Llegó al país en el 2015 y desde entonces, ha escalado en la industria del modelaje peruano hasta convertirse en uno de los favoritos. Ha trabajado para diseñadores peruanos como Noe Bernacelli, Yirko Sivirich, Meche Correa; y desfilado en absolutamente todas las pasarelas que ha visto la ciudad. Incluso, es embajador de firmas como Adidas y fue nombrado el “hombre más guapo del año” en la edición de diciembre pasado de la revista Cosas. Durante la mañana de este jueves todo esa fortuna se vio manchada por el terror que vive su familia en su país natal, Ucrania. Allí se encuentran sus abuelos, hermanos y amigos que hoy enfrentan una realidad que no pensaron vivir nunca.
MIRA TAMBIÉN: Así fue el Perú-URSS de 1972, el olvidado partido que se jugó en Kiev, una de las ciudades invadidas por Putin
Frente a la Embajada Rusa en Lima, en plena avenida Salaverry, Igor levanta un cartel que lleva los colores de su país en el que se lee: “STOP PUTIN”. Junto a su esposa y un compatriota, llega a las afueras de la institución para pedir justicia y sobre todo, paz. Como todos, se enteró del ataque a través de los noticieros. En ese momento, eran las 6 de la mañana en Ucrania. “Me asusté un montón, no podía dormir. Llamé a mi familia y me confirmaron que por todas partes se escuchaban disparos, bombas, que la gente estaba muriendo en las calles. Esa llamada ha sido uno de los peores momentos de mi vida”, cuenta.
La tensión entre Ucrania y Rusia se convirtió en una guerra la mañana de este jueves. Pocos después que Vladimir Putín ordenara una operación militar contra la exrepública soviética, el centro de Kiev y otras ciudades ucranianas fueron bombardeadas dejando 137 fallecidos y múltiples heridos. Hasta el cierre de esta nota, se registraron dos explosiones en la madrugada de este viernes en el centro de Kiev.
En el norte de Ucrania cerca al mar negro, se encuentra la ciudad de Vozneesensk, donde vive la familia de Igor. Allí están sus abuelos, su hermana con su esposo y sobrino de tres años y muchos amigos. Hoy algunos han tenido que dejar sus casas para salvar sus vidas y otros; acercarse a la frontera para defender la patria. “Mi familia está en la casa de mis abuelos que tienen un sótano cerca para poder esconderse si pasan bombas. Mis tíos han tenido que mudarse a la ciudad de Odessa porque los refugios están cerca de allí”, cuenta. “Gracias a Dios mi familia estaba preparada y cuentan con comida y todo lo necesario para esconderse. Aunque todavía hay algunos supermercados que funcionan, no todo el día pero por horas”, explica.
A más de 11 mil kilómetros de distancia, se siente impotente ante la situación que enfrenta su familia. “Me siento triste y molesto porque no puedo ayudar en nada. Estoy muy lejos de mi casa. Estoy muy preocupado porque sé que en cualquier momento puede pasar lo peor y pueden bombardear a mi familia o amigos y cambiar la vida completamente”, continúa.
Como se sabe, El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, hizo un llamado a la población para defender a la patria e incluso, las fuerzas militares ucranianas repartieron armas “entre todos aquellos que lo deseen”. Amigos de Igor se han sumado al llamado y ahora mismo se encuentran en primera fila. “Cuando estaba en camino, recibí el mensaje de un amigo que me contó que han empezado a atacar un distrito de mi ciudad. Está en camino a la guerra”, revela. “Estoy muy asustado porque son mis amigos, crecí con ellos”, añade.
“Rusia está atacando a un país independiente, que no hace daño a nadie, que es silencioso. Nosotros no tenemos culpa de nada. Me molesta que Putín quiere conquistar todo el mundo. Matar gente por sus ideales y ambiciones me parece algo endemoniado”, condena. “Le pido a la gente que salga a las calles, esto es de verdad. Yo estoy acá y mi familia está allá, recibo videos de todo lo que está pasando. Por favor créanlo, esta guerra es fuerte y no va a acabar solo a Ucrania, eso va a afectar a todo el mundo. Estamos al punto de una tercera guerra mundial. Gente por favor salgan y compartan este mensaje con todos”, concluye.
Contenido Sugerido
Contenido GEC