Miguel Villegas

Hasta ese día, 18 de mayo del 2019, las mejores paredes de Edison Flores habían sido esas con Paolo Guerrero, por las Eliminatorias a Rusia 2018. Las paredes sobre las que construimos el sueño de clasificar al Mundial. Quizá por eso, señorita no acostumbrada a las cámaras, Kimberly Flores, mira cómo Orejas juega con su mamá: recibe la pelota, la domina, y luego de ver el abrazo de ambos, sonríe con el hermano con el que está cumpliendo un sueño de niña. El video es de @tadokolo79 y tiene 1.2 mil reproducciones en Twitter. Kimberly Flores es la hermana del Orejitas, el futbolista más querido de la selección, y esta tarde que quema, inaugura junto con el crack su academia para niñas. Juntos, como en esas tardes polvorientas de Collique, cuando eran niños.

Niñas que la aplauden como lo que ya es, sin necesidad de título: una campeona del emprendimiento.

El mismo semblante honesto, las mismas piernas arqueadas, la eterna sonrisa de bebé. Kimberly Flores es seleccionada nacional, usa el 3 en la 'U', y es una defensa central ruda que, cada vez que escribe en sus redes sociales, dice que no pondrá el “100% sino el 1000%”. Por eso se va la tarde del sábado en el Nacional como una de las más aplaudidas, aunque no haya hecho el mejor partido. Y lo mejor, nadie dice que es la hermana de Orejitas: es Kimberly.

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Adriana Rojas es periodista de El Comercio y el viernes, un día antes de la final de la zona regional Lima entre Universitario y Alianza Lima publicó una nota que tituló: Es una crónica con detalle sobre lo que ocurre con este deporte en el país, no tan visto, no tan apoyado, no tan seguido y, lo más duro, recién elogiado. Allí, ella cuenta un poco más la historia de Kimberly:

“De sus 29 años, diez han sido destinados al ejercicio del fútbol. Es hincha de la U y llegó a vestir la camiseta del equipo de sus amores gracias a que su hermano, el carismático mediocampista de la selección nacional de varones, Edison Flores, le notificara de una convocatoria femenina en el club. Ahí conoció la realidad del deporte de multitudes si las mujeres quieren jugarlo. Las carencias eran insostenibles”. Casi sin apoyo, sin sueldo, ellas tenía que jugar casi por amor a la camiseta.

Han cambiado las cosas con la nueva gerencia deportiva. Primero, mayor presencia de los dirigentes en sus partidos. Luego, mejores condiciones de entrenamiento. Y finalmente, el reconocimiento justo: esta noche las campeonas tendrán una cena de gala de parte del club para celebrar su título. Allí estarán todas: Cindy Novoa, la mediocampista estrella de la U y precursora del movimiento #QueremosSerVistas, la arquera Karla López, la mediocampista Scarleth Flores, la goleadora Steffani Otiniano. Y más.

Para celebrar su título pero, sobre todo, su sacrificio.




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