Lizzy Cantú: alianzas entre mujeres
Lizzy Cantú: alianzas entre mujeres
Lizzy Cantú

 

En “”, el boletín online de Lena Dunham y Jenni Konner, se dedican a tratar “asuntos femeninos”. Por ejemplo, la actriz Jennifer Lawrence ha escrito sobre cómo negociar un mejor salario, Alicia Keys sobre por qué ha renunciado al maquillaje y Michelle Obama sobre el mejor modo de educar a las niñas. En su última edición, la jefa de Operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg, conversa con Lena Dunham sobre la importancia de establecer  en el espacio de trabajo. No habla de argollas ni de panderos ni de tés de tías. No se trata de amistad ni complicidad gremial sino de colaboración.

Las mujeres más exitosas -las triunfadoras, las campeonas, las ganadoras-, indica Sandberg, tienen siempre cerca a otras mujeres exitosas. Y ofrece evidencia que contradice el cliché de que las jefas son horribles con sus colegas. “Cuando dos hombres tienen un desacuerdo en el trabajo, es un desacuerdo -dice Sandberg-. Pero cuando dos mujeres lo hacen es una pelea de gatos”.

Jamás he tenido un jefe que, sin haber empezado a trabajar aún, se disculpe o se justifique. Pero sí una jefa que, el primer día de trabajo me dijo: “Puede ser que tenga cara de bruja pero no soy bruja”.

Que tuviera que decírmelo a mí -que estaba agradecida de que me contratara- parecía fuera de lugar. Es una mujer fuerte, inteligente, capaz y a quien le guardo tanto afecto como admiración. Una mujer que -como otras- adora los zapatos con tacón de aguja, puede ser despiadada en una negociación y no tiene ni un pelo de bruja. Cuando tuve la oportunidad de un proyecto de medio tiempo me animó a aceptarlo y me recordó claramente cuáles eran mis horarios. Cuando en nuestras reuniones semanales terminábamos la lista de pendientes, siempre preguntaba por mi estado emocional. Me animó a hablarle de mis virtudes a alguien que podía darme una beca para hacer una maestría y después ella habló bien de mí por su lado.

En su , Sandberg menciona un dato revelador: los hombres postulan a un trabajo cuando cumplen con el 60% de los requisitos del puesto, mientras que las mujeres esperan a cumplir con el 100% de los criterios de contratación antes de presentarse como candidatas. No se trata, como sugieren algunos que respaldan la candidatura de Hillary Clinton,  de apoyarnos porque somos mujeres sino de aprender a reconocer el talento y el valor de las mujeres que nos rodean y ofrecerle el empujón que merecen, y muchas veces necesitamos.