Lizzy Cantú: El cuerpo ajeno
Lizzy Cantú: El cuerpo ajeno
Lizzy Cantú

Pasamos demasiado tiempo discutiendo los cuerpos -ajenos- de las mujeres. En Francia, la ropa de baño que las mujeres musulmanas llevan a la playa es una cuestión de Estado. En Canadá, el primer ministro ha declarado que no se sumarán a la prohibición francesa de los burkinis. En el Perú, llevamos semanas hablando de minifaldas y píldoras del día siguiente. Y durante todo el mes de agosto, distintas organizaciones internacionales promueven la lactancia materna, una función tan primitiva y natural que no debería ser objeto de debate, ofensa ni protesta.

En esta edición, tres mujeres nos comparten sus experiencias para demostrar que, cuando se trata de alimentar a tu bebe, da igual que hayas sido Miss Mundo, que te sientas nerviosa o que tengas que dejar en pausa tu carrera de obstetra: harás lo que crees que haga falta por el bienestar de tu pequeño. Aunque eso signifique correr de un lado a otro cargando una hielera, buscar un lespacio adecuado en tu oficina para extraer la leche que después le darás al bebe o exponer tus pechos al escrutinio ajeno. Y, a propósito de la impertinente mirada ajena, nuestra chica de portada, Alessandra Fuller, tuvo que sufrirla hace unos días cuando alguien en criticó sus fotos en bikini e intentó avergonzarla. La joven actriz no tiene tiempo para tonterías. Ella entiende que con la fama vienen mejores oportunidades y por ello se ha sumado a una campaña que llama a los jóvenes a hacer algo a favor de los demás.

¿Y si cada vez que alguien se fija en nosotros, primero decidimos si vale la pena prestarle atención, escuchamos y luego pasamos la página? ¿Y si cada vez que sentimos la tentación de rajar de otro, mejor le preguntamos si necesita ayuda con algo? ¿Y si dejamos de obsesionarnos con todo lo que no nos gusta de los demás e intentamos mejorar lo  mejorable de nosotros mismos?

 


 

Contenido Sugerido

Contenido GEC