A veces nos podemos encontrar con bajo estado de ánimo, desganadas, con poca motivación. Nosotras, las mujeres, solemos tener muchas dudas en nuestro día a día. A pesar de ello, siempre encontramos la forma de reponernos, levantar cabeza y seguir desafiando al mundo. Así nos vamos convirtiendo en mujeres empoderadas.
Conversamos con Danae Franco, psicóloga clínica y ocupacional, quién nos detalla 10 acciones que podemos practicar para sentirnos más empoderadas y seguras de nosotras mismas.
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Trabajar e invertir en nuestra salud mental y autoconocimiento
Es importante preguntarnos ¿Quiénes somos? ¿Qué es lo que deseamos? ¿Hacia dónde vamos? El proceso de autoconocimiento, contribuye a conocernos de cerca y reconstruirnos para forjar nuevos caminos.
Autoconfianza
Cree en ti y en tus capacidades personales, ninguna persona es igual a otra, todos tenemos herramientas muy valiosas con las cuáles aportar.
Contar con una red de apoyo sólida
Ayuda saber con quiénes podemos contar, cuándo es necesario pedir ayuda y trabajar en equipo, sin que sea visto como un signo de debilidad.
Arriésgate a vivir nuevas experiencias
Nunca es tarde para vivir experiencias nuevas, si bien quizás haya temor de por medio, a veces es mejor sentir temor al inicio, que tener la sensación de haberte quedado con las ganas.
Contar con flexibilidad mental
De este modo, reconocemos que los cambios son parte del proceso y quizás a veces lo planeado no resulta como esperamos, pero se pueden tomar otros caminos y aprender de la experiencia.
Dar lugar al disfrute y espacios personales
Los tiempos de ocio y esparcimiento son necesarios para hacer una pausa a nuestros deberes, recargar energía y continuar.
Tener siempre presente nuestras herramientas y cualidades
Cuando te conoces y tienes en cuenta cuáles son tus cualidades, habilidades o valores, se genera la autoconfianza necesaria para lograr lo que te propones.
Saber reconocer nuestros puntos de mejora
Dar espacio para reconocer cuáles son nuestros puntos por mejorar, nos hace ser conscientes de que siempre estamos en constante aprendizaje y que podemos conseguir una mejor versión de nosotras.
Respetar nuestros tiempos, y el de los demás
Reconocer que los procesos individuales son distintos para cada uno, no existen reglas universales respecto a qué se debe hacer a una edad determinada.
Cultivar siempre la empatía
Intentar ponerte en el lugar de la otra persona hará que los puntos de vista distintos no sean considerados como una amenaza, sino como una oportunidad aprendizaje.
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