Desde tiempos inmemorables, diversas deportistas alrededor del mundo han estado en una batalla encarnizada contra el sexismo en la vestimenta deportiva. En el Europeo de Basilea, gimnastas alemanas renunciaron por primera vez al tradicional leotardo y usaron un enterizo hasta los tobillos. En los Juegos Olímpicos de Tokio, el equipo femenino noruego de balonmano de playa fue multado por no querer usar el clásico pero incómodo bikini. En la última Copa Mundial Femenina de la FIFA, varias selecciones decidieron no usar la típica pantaloneta por ‘justicia menstrual’. Y así, a medida que la lista de deportistas que se rebelan contra los incómodos y diminutos uniformes iba en aumento, la brecha de género y el sexismo en la vestimenta deportiva iba disminuyendo. Sin embargo, la eterna lucha volvió a reavivar la polémica luego de que Nike lanzara un revelador uniforme para la selección femenina de atletismo de Estados Unidos para los próximos Juegos Olímpicos 2024.
El logro de años de batalla contra los uniformes deportivos sexistas parece estar nuevamente en peligro en los Juegos Olímpicos de París de este año. Hace unos días, Nike presentó los nuevos uniformes para los equipos de atletismo de pista y campo masculinos y femeninos de Estados Unidos. La controversia explotó a raíz de un particular diseño: un leotardo femenino de corte alto y excesivamente revelador en la zona del pubis. Inmediatamente, las críticas que lo catalogan de sexista no se hicieron esperar.
No solo mujeres y aficionados al deporte criticaron la polémica pieza creada por Nike, sino también deportistas de diversas disciplinas que no dudaron en expresar su incomodidad y rechazo a través de las redes sociales al considerarla más sexualizadora que funcional.
La saltadora de longitud olímpica Tara Davis-Woodhall escribió “Espera, mi hoo haa va a estar al aire”. La corredora de vallas Queen Harrison Claye sugirió con ironía que incluso hubiera sido mejor diseñado por la European Wax Center. La corredora paralímpica Jaleen Robert comentó “Este maniquí está quieto y está mostrando todo… imagina EN PLENO VUELO”. La corredora de obstáculos, Colleen Quigle le dijo a Reuters que el unitardo “definitivamente no está hecho para el rendimiento”. La ex corredora estadounidense Lauren Fleshman incluso expresó su molestia en una larga publicación en Instagram donde calificó los nuevos uniformes de inapropiados. “La cantidad de atención que se requiere hacia tu pubis para llevar algo así y en un escenario mundial, cuando estás tratando de estar despreocupada y libre para superar tus límites y no estar preocupada por cada movimiento de tu cuerpo... Es sinceramente una falta de respeto. Esto no es un traje de atletismo de élite. Es un traje creado por las fuerzas patriarcales que no son más bienvenidas o necesarias para dirigir la atención hacia el deporte femenino”, escribió.
Este revelador traje que destapó la ola de críticas forma parte de la colección presentada en la cumbre de Innovación Nike Air en París, donde 40 atletas fueron embajadores de los diseños, menos de este particular unitardo que fue portado por un maniquí y mostrado en redes por Citus Mag al lado de su versión masculina, una más recatada.
El Comercio intentó comunicarse con un portavoz de Nike en Perú, pero no fue posible. Aún así, a través de un comunicado oficial en su portal web global, la marca indicó que esta y otras piezas que podrán ser usadas por las corredoras fueron elaboradas en base a la opinión de atletas y tomó de inspiración las distintas identidades y comunidades diversas que representa cada país y deporte. “Trabajando directamente con los atletas en cada etapa del proceso de diseño, Nike diseñó prendas para garantizar el ajuste en una variedad de tipos de cuerpo y preferencias de estilo e infundió retroalimentación en tiempo real durante todo el ciclo de desarrollo del producto”, afirmó John Hoke, director de innovación de Nike, en dicho comunicado.
A esta línea de defensa se sumó un portavoz de USA Track and Field (USATF), quien reveló a CNN que el polémico leotardo era tan solo una opción de las casi 50 piezas que integran la colección. “Las opciones y elecciones de los atletas fueron la fuerza impulsora de la USATF en el proceso de planificación con Nike. La USATF también es consciente de que Nike consultó con los atletas durante todo el proceso de diseño para garantizar que todos los atletas se sintieran cómodos y que los uniformes fueran adecuados para sus respectivos eventos”, reveló en un comunicado.
Libertad de elección vs. opciones sexistas: el dilema
El lanzamiento de esta polémica pieza de Nike hizo que muchos lo calificaran como un retroceso en la carrera por eliminar el sistemático sexismo que identificó a la vestimenta deportiva femenina durante mucho tiempo. Una postura que forma parte del confuso espectro de opiniones frente al tema, pues así como hay deportistas (mayoría) que ven a uniformes como estos como herramientas de sexualización y restricción, también hay profesionales que no se enfocan en este diseño en particular, sino que ven el panorama general alegando que es importante tener la opción de elegir, pues para algunas los clásicos bikinis son cómodos y funcionales para su disciplina. Por ejemplo, Katie Moon, atleta estadounidense especialista en salto con pértiga, manifestó que estuvo de acuerdo en que el leotardo del maniquí era preocupante y tuvo la respuesta que mereció, pero también que tener la libertad de elegir es lo más importante.
“Me encanta la gente que defiende a las mujeres, pero tenemos al menos 20 combinaciones diferentes de un uniforme para competir con todos los tops y bajos disponibles para nosotras. Tenemos la opción de hombres disponible si la queremos. Cuando atacas diciendo algo parecido a “sexista” (que si esa fuera nuestra única opción, lo sería), incluso si es con las mejores intenciones, en última instancia estás atacando nuestra decisión como mujeres de usarlo. El punto es que SÍ tenemos la opción de elegir qué usar. Y si nos sentimos mejor en un saco de papas o en un traje de baño en las competencias, deberíamos apoyar la autonomía”, explicó en una publicación en Instagram.
Así, la libertad de elección en un mar de opciones que incluye prendas consideradas sexistas se alza como un nuevo dilema en la vestimenta femenina deportiva. Un rubro en excesiva vigilancia al día de hoy por temor a que la batalla contra la sexualización sea minimizada. Una actitud muy bien justificada, pues aunque el que se esté hablando de que Nike ofrece opciones más allá del polémico unitardo (que por cierto tanto para atletas como mujeres comunes se ve inapropiado), lo cierto es que en la realidad, a la hora de entrar al campo, muchas deportistas se enfrentan a multas y castigos por no seguir las tradicionales reglas de vestimenta así impliquen incomodidad y poca sororidad con lo que implica ser una mujer deportista.
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