Dicen que la primera impresión siempre es lo que cuenta, especialmente en temas laborales. Muchas veces, las redes sociales pueden ser nuestras peores enemigas si de trabajo se trata y mucho más cuando las imágenes son tan importantes en estos espacios.
Es por esa razón que las mujeres profesionales están empezando a preocuparse sobre el asunto y deciden invertir una buena cantidad de dinero en tener fotografías de estudio para usar en sus perfiles de Facebook y Twitter.
Esta tendencia ya no se trata solo de una cuestión de glamour sino de una forma de venderse profesionalmente proyectando una imagen de seguridad a los clientes potenciales. Además de los beneficios laborales, este tipo de actividades incrementa la confianza en nuestra imagen personal.
“La gente te compra a ti más que a tu servicio”, comentó Genavieve Shingle al New York Times. La idea es vender una imagen real de uno mismo para crear una relación con el cliente y captar su atención.
¿Qué opinas de esta nueva tendencias? ¿La pondrías en práctica?