(Foto: IG/ @shudu.gram)
(Foto: IG/ @shudu.gram)
Celeste Pérez

Instagram es una red social donde todo puede ser tan posible y perfecto como la ficción. Las personas, se esfuerzan cada vez más por mostrar lo mejor de su entorno, creando fantasías ideales a base de pura imagen y percepción. Shudu, la primera modelo digital del mundo, aparece con una interesante e inquietante contraposición a ello: ¿si las modelos humanas pueden llevar una vida irreal en redes, por qué no atreverse a presentar un prototipo tecnológico que asemeje una vida más real?

En el 2017 el fotográfo de moda Cameron James Wilson (29) asumió el reto de crear a la primera modelo digital del mundo sin la ambición de convertirla, años más tarde, en un referente de talla mundial: “Shudu está basada en una Barbie que me encantaba, y que se llamaba Princesa de Sudáfrica, y también me inspiré en modelos con las que crecí; mujeres como Grace Jones o Alek Wek, que rompieron el molde y le mostraron al mundo que hay otro tipo de belleza más allá de los estándares occidentales de pelo rubio y ojos azules”, compartió en el 2018 durante una entrevista con el diario El País.

Con su piel tersa y brillante, labios prominentes y mirada cautivadora, Shudu ha logrado hacerse un lugar importante en la industria, conquistando portadas de revistas como Vogue, Harper’s Bazaar y GQ; protagonizando campañas de importantes marcas como Dior y Tiffany & Co.; y creando una legión de más de 190 mil seguidores en su cuenta de Instagram.

En la actualidad, Wilson es además dueño de la primera -y única- agencia de modelos digitales en el mundo, contando con Shudu como su debut. “The Diigitals”, nombre con que bautizó a la empresa, tiene al mando el management de siete “identidades digitales”, conformadas por un hombre, cinco mujeres y un (por más loco que parezca) alien.

Ellos, son presentados en la web oficial de la agencia como una exploración digital que promete acabar con las barreras de la industria y hacer de la moda (y el modelaje) un universo repleto de posibilidades a futuro. Sin embargo, también ha existido controversia alrededor de esta innovación, pues existen quienes cuestionan el hecho de emplear -en un futuro cercano- a modelos digitales quitando oportunidad de trabajo a personas de carne y hueso, además de implicar un crecimiento drástico de los estándares de belleza y perfección.

Ante esto, Cameron Wilson refirió que se trata de “algo injusto” pues su propósito solo era “concebir una imagen bella en 3D, sin ninguna intención malvada detrás”. Además, sustentó que para la creación de Shudu en abril del 2017, invirtió más de 2 mil libras, y dedicó cientos de horas de trabajo preciso.

Hace solo unos días, Wilson reaparecía en redes sociales con el estrellato de otra de sus “identidades digitales”. Dagny, modelo de belleza nórdica ocupaba la primera portada del 2020 de la revista española S Moda, reabriendo el debate de tecnología vs. realidad una vez más. Lo cierto es que, la revista sí buscaba devolver a la conversación este polémico tema, trayendo también la afirmación de que “en esta nueva década dejaremos de dar por hecho que detrás de una imagen hay un humano de carne y hueso”. Y tú, ¿qué opinas de esta nueva corriente?

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