El desempleo puede ser una etapa llena de preocupaciones y sacrificios. Le dirás hasta pronto a los gustitos, tendrás que ajustar el presupuesto semanal y empezarás a buscar una nueva alternativa laboral para comenzar de nuevo.
Sin embargo, hay algunas cosas que podemos rescatar de esa época de vacas flacas. Las lecciones de la vida no siempre llegan fácil, a veces hay que sufrir un poco para aprenderlas, fortalecernos y sobrellevar con más tranquilidad las próximos malos ratos.
¿Qué cosas buenas podemos sacar de esos días sin trabajo? Estas son algunas de ellas.
1. Conseguir trabajo no pasa en un día
Cuando sales de una empresa, el plan es siempre ingresar a otra lo más rápido posible. Sin embargo, eso es algo que nosotras no podemos manejar y depende del mercado laboral, el tipo de empleado que buscan en las compañías y qué tantos postulantes hayan a un puesto. Lo único que puedes hacer es mantenerte positiva.
2. Perder la esperanza no es una opción
El camino puede ser difícil y podrás sufrir varias decepciones. Sentirás que no eres lo suficientemente buena y que tomaste el rumbo equivocado en tu vida. No importa qué tan oscuro se vea el futuro, no puedes darte por vencida y echarte al olvido en tu búsqueda por otro trabajo. Por el contrario, mantén siempre la mente abierta.
3. Bloquearse es común
Para algunas personas, quedarse sin empleo es la oportunidad perfecta para emprender un proyecto o cambiar de profesión. El problema es que las preocupaciones por la falta de ingresos, las deudas y la sensación de inutilidad pueden jugarles una mala pasada y “bloquear” sus ideas. Para evitarlo, tómate las cosas con calma y da un paso a la vez.
4. No tienes nada que perder
¿Hay un trabajo que te encanta pero te falta un requisito? No dejes que eso te detenga y postula de todas formas. Lo peor que te puede pasar es que no se comuniquen contigo, pero no te quedarás con la duda de qué hubiera pasado si no mandabas tu currículum. Si tienes una oportunidad en potencia, ¿qué tienes que perder?
5. Hacer contactos es fundamental
En momentos como cuando estás desempleada te das cuenta de lo importante que es una red de contactos. En estos casos, deja de lado la vergüenza y empieza a comunicarte con ellos para que te ayuden en la búsqueda de trabajo o llama a las empresas para averiguar si hay alguna plaza laboral disponible.
6. Un título no asegura nada
Si creías que terminar la carrera y sacar tu licenciatura era suficiente para conseguir un trabajo, te equivocaste. Hoy en día, el marcado laboral exige mayores especializaciones y, aún con ellas, es complicado obtener el puesto de trabajo soñado. Así que si por azares del destino te encuentras desempleada, aprovecha para actualizar tus conocimientos y aprender nuevas herramientas.
7. No te desocupes de ti misma
Sabemos que puede ser una etapa complicada y llena de preocupaciones. Sin embargo, si empiezas a poner tu bienestar en segundo plano te será aún más difícil salir adelante. Aprovecha el tiempo libre en relajarte, hacer lo que más te gusta, ejercitarte, etc. Esto no solo le hará bien a tu cuerpo sino también a tu mente distrayéndola por unas horas.