No son solo genes: cosas que compartimos con nuestras mamás
No son solo genes: cosas que compartimos con nuestras mamás
Redacción EC

Las cosas que compartimos con mamá no son solo físicas ni genéticas. Cada etapa de nuestra vida está llena de momentos especiales que pasamos a su lado ya sean buenos o malos. Esas vivencias únicas son las que nos unen más a ella y la que hace que tengamos más cosas en común.

Pensamos algunos aspectos que compartimos con nuestras madres fuera del aspecto y del apellido y esto fue lo que encontramos.

1. Compartimos nuestros secretos

No hay mejor confidente que tu mamá. Ni tampoco mejor consejera ni mejor acompañante en tus momentos tristes. Y es que ella siente tanto como tú y sufre cuando te ve triste o preocupada. A veces podemos pensar que no nos dan nuestro espacio pero en realidad es porque nos quieren y se interesan por lo que nos pasa.

2. Compartimos el amor por la

Mientras vamos creciendo, queramos o no, empezamos a parecernos un poco más a mamá. Nuestros gustos se van transformando y vamos creando más empatía con los suyos especialmente en lo referente a la moda. Nos gustan cosas parecidas y hasta podemos compartir zapatos, accesorios y hasta el color del esmalte. Podrán tener estilos totalmente diferentes pero de alguna manera la huella de mamá siempre estará ahí.

3. Compartimos los pequeños placeres de la vida

Hay momentos en la vida que con la única persona que quieres compartirlos es con tu mamá. No necesariamente son grandes eventos. Solo basta con salir a tomar un café, disfrutar de un helado, ir al teatro o al cine, pasar un día de shopping juntas o estar solas en el carro conversando mientras van a algún lugar.

4. Compartimos la fecha de graduación

Como le dijo una vez Mafalda a su madre: “Si es cuestión de títulos, yo soy tu hija. ¡Y nos graduamos el mismo día!”. ¿Lo habías pensando? Una fecha especial que compartes tú con tu mamá es la de tu cumpleaños porque ese fue el día en que ella se convirtió en mamá y tu ganaste el título de hija. Tu próximo cumpleaños míralo desde esta perspectiva y en vez de salir a celebrar con tus amigos, regálate un momento para disfrutar con tu mamá.

5. Compartimos un amor incondicional

Aunque tengan una relación complicada o no se ven hace mucho tiempo, nunca podemos dejar de querer a nuestra mamá. No solo porque te dio la vida sino porque gracias a ellas has aprendido muchas cosas importantes y, quieras o no, crearon un lazo especial desde el día que naciste. Y ellas tampoco dejarán de querernos. Dicen que madre solo hay una y es porque nadie te va a querer tanto como ella lo hace.

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