El nuevo spin-off de Netflix, “La reina Carlota: Una historia de Bridgerton”, revivió el recuerdo de uno de los monarcas más polémicos de la historia de Inglaterra: el rey Jorge III. A propósito de su exitoso estreno y de la coronación de Carlos III, te contamos todo sobre quién era el rey que además de perder las colonias de Estados Unidos terminó siendo consumido por una trágica y misteriosa enfermedad.
“La reina Carlota” por fin ahondó en el misterio que rondaba en torno al matrimonio de la imponente reina Carlota (Charlotte) y su polémico esposo ya convertido en consorte, el rey Jorge III. Y aunque el spin-off de su creadora, Shonda Rhimes, buscaba mostrar lo complejo que es un matrimonio, esta vez la realidad superó la ficción.
¿Quién fue el rey Jorge III?
Nacido en el Londres de 1738, el rey Jorge III, hijo mayor de Federico, príncipe de Gales, y de la princesa Augusta de Sajonia-Gotha fue el primer monarca netamente británico de la dinastía alemana Hannover y se mantuvo en el trono de Gran Bretaña e Irlanda desde 1760 hasta 1820.
A pesar de que siglos de historia han tergiversado y menospreciado su legado, lo cierto es que el rey Jorge III era mucho más que las penas por las que se conoce. Si bien perdió para siempre las colonias en América, lo que resultó con la firma del Tratado de París y la Independencia de Estados Unidos, Jorge III era un hombre que llegó a ser amado por los pueblos gracias a su personalidad sencilla, su sentido del deber y su devoción familiar hasta el punto de ser apodado “el granjero Jorge”.
Cualidad que luego de asumir el trono a los 22 años lo llevó a buscar una esposa para asegurar la sucesión. Al lado de una princesa Carlota convertida en reina a los 17 años, Jorge III logró hacerse con un matrimonio feliz en sus primeros años junto a su numerosa familia (tuvo 15 hijos) en el imponente Palacio de Buckingham, en ese entonces la Buckingham House que le compró a su amada reina.
Aunque popular en el campo, Jorge III era detestado en las ciudades, donde las duras campañas de la oposición terminaron por convertirlo en un rey absolutista, casi tirano. Aún así, su dedicación por el gobierno y la política era admirable hasta el punto de que se decía que leía cada documento que llegaba, molestando a sus ministros. Un intelectual hasta la médula, pues dicho sea de paso, fue el primer rey que estudió ciencias como parte de su educación. Fue él quien logró importantes avances a nivel cultural. La fundación y financiación inicial de la Real Academia de las Artes y una impresionante colección real de 65 mil ejemplares que luego fueron donados al Museo Británico son algunos de los más destacados.
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¿Cuál fue la enfermedad que tuvo Jorge III?
A finales de 1780, su misteriosa enfermedad empezó a mostrar los primeros síntomas: comportamiento violento e irascible, convulsiones, delirios, metabolismo acelerado, entre otros que los médicos de ese entonces no podían controlar hasta el punto de diagnosticarle “locura”.
Su inesperada y extraña enfermedad, ya que gozó de una salud robusta y una vida al aire libre durante su juventud, fue objeto de discusión médica durante siglos. Las teorías van desde la porfiria, un raro trastorno genético que intoxica la sangre y el sistema nervioso, hasta el trastorno bipolar y otros problemas mentales.
“Hemos visto a Su Majestad a veces en un estado de delirio, a veces fuertemente impresionado por falsas imágenes, ninguno de cuyos estados ha caracterizado tanto este día como un grado de irritabilidad, que sólo podía satisfacerse mediante coacción, y que sólo variaba con exclamaciones ocasionales y ruidos sin sentido”, escribió uno de los médicos del rey, Robert Willis.
Y aunque el rey Jorge III fue sometido a distintos tratamientos para aplacar los estragos de su enfermedad, los episodios regresaban cada vez con más fuerza. Después de 1810, sufrió un ataque que sumado a la ceguera y la depresión por la muerte de su hija menor hicieron que quede eternamente recluido al Castillo de Windsor, donde murió pacíficamente el 29 de enero de 1820.
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