Luego del gran suceso de Elite, el creador Carlos Montero vuelve a enfocarse en temas de relaciones amorosas juveniles. Pero esta vez, centrándose en las problemáticas formas de disfrutar y de sufrir del amor y del mundo que les rodea. La producción que cuenta con 8 episodios va mucho más allá de un amor típico de comedia romántica. Todas las veces que nos enamoramos cuenta la historia de un devaneo amoroso con mucho misterio y tensión.
¿De qué trata la serie?
Todas las veces que nos enamoramos, se centra en la historia de Irene (Georgina Amorós), una chica proveniente de Castellón (Comunidad de Valencia), que sueña con convertirse en una gran directora de cine. Su decisión de mudarse a Madrid, le costó dejar atrás no solo a sus padres, sino que también a su novio Fer (Albert Salazar), con quien llevaba una relación tranquila de muchos años.
Ya en la capital, Irene conoce a sus nuevos amigos y compañeros del edificio. Entre ellos se encuentran Da (Carlos González), Jimena (Blanca Martínez), Matt (Kyle Scuder), Adri (Roser Vilajosana) y también a Julio (Franco Masini), quien parece ser el protagonista perfecto para sus películas y también para su vida amorosa. Sin embargo, como en el mundo real, la vida siempre tiene otros planes.
Desde que se conocieron, Julio e Irene no tuvieron miedo de relacionarse, lo que podría ser perfecto para una típica historia de amor. Sin embargo, la relación empieza a tomar un rumbo diferente, cuando ambos empiezan a vivir bajo nuevos códigos para el amor. La relación de Julio e Irene, es una historia marcada por las idas y venidas, encuentros y desencuentros que se convirtieron en un amor intermitente y difícil de superar.
La serie de ocho capítulos, no es una típica comedia romántica llena de amor y complicidad. Esto porque a lo largo de su relación, Julio e Irene enfrentan problemas y muchas frustraciones. La toxicidad en su relación, uno de los temas principales de la trama, se desarrolla a lo largo de los episodios, cuando ambos empiezan a vivir un amor caracterizado por frecuentes rompimientos, engaños y reconciliaciones.
Todas las veces que nos enamoramos habla, principalmente de los amores tóxicos que hoy en día son cada vez más comunes entre jóvenes que intentan vivir un amor difuminado bajo gritos, lisuras e insultos y que, normalmente, se solucionan bajo excusas típicas, como el exceso de alcohol, aunque los mismos amigos de Irene y Julio se vuelven testigos de sus problemas, nadie es capaz de advertirlos sobre la toxicidad que se vive entre ellos.
Críticas sobre la trama
Luego de su estreno en febrero, todas las veces que nos enamoramos ha ocupado rápidamente los rankings de las series más vistas no solo en España, sino también en diferentes partes del mundo. Asimismo, la trama ha recibido muchas críticas positivas desde los internautas que se dijeron sentirse identificados con el tema de la toxicidad en el amor, como también por diversos medios. “Todas las veces que nos enamoramos es todo lo simpática que debe ser una comedia romántica y, sin abandonar el espíritu del género y un molde desenvuelto, tiene interesantes lecturas sobre la depresión, la ansiedad, el complejo de protagonista de los individuos y la forma en la que las experiencias traumáticas nos afectan”, mencionó La Vanguardia.
Así como en muchos casos de la vida real, el romance entre Julio e Irene se basa en las diversas sensaciones de malestar que se vuelven comunes en una relación tóxica y que generalmente están marcadas por mensajes erróneos y malinterpretaciones que acercan y al mismo tiempo alejan a una pareja. Asimismo, el amor entre Julio e Irene nos demuestra que identificar la toxicidad, no es una tarea tan sencilla, pero necesaria para poder disfrutar de un amor basado en la lealtad, complicidad y principalmente de respeto.
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