Trabajadores móviles: Los beneficios de la nueva tecnología

Maritza Noriega

Las profesionales de hoy jamás se desconectan del trabajo. No importa que alteren su vida social e interrumpan su descanso y la vida familiar, porque en la era moderna hay que estar disponibles para la oficina todo eltiempo.. Y para ello están los celulares y las laptops. Aparatos que desvanecen los límites entre la vida personal y la laboral, convirtiendo un espacio íntimo en un lugar de trabajo más.

Así funciona el mundo de hoy. Todos los trabajadores pasan por lo mismo, pero en mayor medida los altos ejecutivos. El estudio «Perfil del profesional exitoso» (2013) elaborado por Ipsos Perú revela que estos profesionales del sector privado tienen un ritmo de trabajo tan intenso que carecen de tiempo hasta para celebrar sus logros. El 85% de ellos revisa sus mails de trabajo durante sus vacaciones, y dos de cada tres revisa sus pendientes justo antes de dormir.

Esta realidad atraviesa todas las fronteras, pero es en Francia donde han querido ponerle un freno. Ahí, dos grandes sindicatos –la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) y la Confederación Francesa de Cuadros Directivos (CFE-CGC)– lograron hace poco que se apruebe una ley que permite a los trabajadores no responder correos de la oficina después de las seis de la tarde, argumentando que solo así se protege el respeto al horario de trabajo.

LA TECNOLOGÍA NO ES EL PROBLEMA

Ahora bien, las nuevas tecnologías no son el cuco. Son estupendas de verdad y muchos ya no imaginaríamos la vida sin ellas. El asunto es cómo se usan, si les damos la categoría de herramientas o dejamos que nos esclavicen y nos volvemos dependientes de ellas.

Las jornadas maratónicas de trabajo de vez en cuando, por algún proyecto especial, no tienen nada de malo. Pero bailar a ese ritmo todos los días trae problemas a largo plazo. Primero, el estrés: dolor de cabeza, de espalda, sensación de agotamiento y no olvidemos la culpa por no pasar tiempo con la familia. Después decae la productividad, también la creatividad y pronto aparece el desgano.

Al respecto, Jimena Mendoza, gerenta general de LHH-DBM Perú, empresa de recolocación de personal, opina que «cada persona debe establecer sus límites. Que te envíen un correo un viernes a las 11 de la noche no implica que lo debas responder. Puedes hacerlo el lunes temprano». Pero, valgan verdades, los aparatos tecnológicos también pueden usarse para estar más tiempo con la familia. Mendoza, por ejemplo, prefiere salir temprano del trabajo para pasar tiempo con sus hijos. «Tarde, en la noche, me conecto para ver los pendientes y revisar mis correos, de manera que mi bandeja quede vacía para el día siguiente».

Las personas como Jimena hacen lo mismo y están encantadas con la idea de que los teléfonos móviles y las laptops hayan derrumbado las paredes de sus casas y hayan trasladado un poco de la oficina a su hogar.

Incluso hay una nueva tendencia que consiste en trabajar en el hogar una vez por semana. Es decir, el empleado se conecta con su centro de labores por medio de una laptop sin necesidad de estar físicamente ahí. Esto es algo que ya se aplica en la compañía peruana H&V Resguardo, por ejemplo, donde dan una mañana o una tarde de trabajo en casa a parte de su personal. Y tienen intenciones de aumentar este tiempo a un día, dos y hasta tres. Por supuesto, resulta invalorable almorzar un día de semana con los hijos, estar al tanto de cualquier tema urgente de la familia, recibir a los chicos a la llegada del colegio...

El problema, a fin de cuentas, no es dónde trabaja uno, sino cuánto tiempo invierte en ello, si se tiene una vida propia o solo se vive para producir plata y maltratar la salud (y el ánimo).

«Sobrecargar los sistemas vitales y mentales genera estrés, enferma, lleva a cuadros de ansiedad e irritabilidad, depresión a una necesidad creciente de trabajar más y más, a una preocupación constante por el rendimiento laboral, cansancio, sensación de vacío emocional e infravaloración de actividades distintas a la laboral», refiere el psicólogo Dante Jacobi.

Además, se presentan síntomas fisiológicos: insomnio y, a largo plazo, hipertensión arterial y más posibilidades de padecer enfermedades vasculares. Lo ideal es disfrutar del trabajo (sin importar dónde se realice este), pero también de la vida privada, no dejar de hacer aquello que a uno le gusta y le hace sentir bien.

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