Mireya Peredo

No podemos estar más equivocados cuando nos lamentamos por tener los poros abiertos o cerrados. Esto simplemente no es una posibilidad y la lo confirma. Como comenta la Dra. Angie Ciriani (IG @derma_cuore), debemos tener claro que los poros no son estructuras móviles (es decir, no tienen músculos) por lo que no se pueden abrir o cerrar. Lo que podemos hacer ante la percepción de poros más dilatados es mantener una rutina adecuada para nuestro tipo de y así lograr que nuestro rostro esté libre de residuos que puedan obstruir los poros.

Lo que no sabías sobre los poros

La dermatóloga clínica indica que los poros que vemos en la piel del rostro son las aberturas de las glándulas piloso sebáceas, las cuales se encargan de producir y segregar la grasa (sebo), protegiendo y manteniendo la humedad de nuestra piel.

Y si los poros no se cierran ni se abren, ¿Cuáles son las razones por las que tienen mala apariencia? “El tamaño de los poros va muy de la mano con el tipo de cutis. Aquellos cutis secos tendrán poros pequeños o imperceptibles, mientras que las pieles grasas tendrán poros más grandes y dilatados. La percepción de tener los poros en mayor dimensión puede deberse a factores como la suciedad, la grasa, los residuos de cosméticos, las células muertas de la piel, la pérdida de colágeno, el daño solar o incluso los hábitos alimenticios”, explica.

Foto: Getty Images
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¿Cómo mejorar su aspecto?

Debemos saber que existen métodos de mantener nuestro rostro con una apariencia más lisa. De acuerdo a la especialista, lo principal es mantener una rutina de cuidado de piel adecuada para cada tipo de piel, con principios activos que ayuden a ‘disolver’ el sebo, sin agredir la piel. Además, hoy en día hay procedimientos dermatológicos que ayudan a estimular el colágeno y como consecuencia mejoran el aspecto de los poros.

“Lo mínimo que debemos hacer es lavarnos el rostro por la mañana y la noche, tener en cuenta que si lavamos en exceso o sobre exfoliamos el rostro nuestra piel lo tomará como una agresión y producirá más sebo. Otra alternativa efectiva es realizar una doble limpieza con , especialmente antes de acostarnos y no está demás recordar nunca dormir con maquillaje. La exfoliación también ayuda y esta se debe realizar cada 7 o 10 días, dependiendo del tipo de cutis.”, señala.

Medidas más efectivas

Con el paso de los años, la tecnología cada vez nos facilita la vida. Tal como precisa la Dra. Ciriani, existen tratamientos dermatológicos que ayudan a mejorar considerablemente la apariencia de los poros. La aplicación de láser (CO2, QSWITCH), el microneedling, la microdermoabrasión con punta de diamantes o el peeling quimico, son algunas de las soluciones que tenemos disponibles en a actualidad.

El microneedling ayuda a mejorar la calidad de la piel y estimula la producción de colágeno. (Foto: Getty Images).
El microneedling ayuda a mejorar la calidad de la piel y estimula la producción de colágeno. (Foto: Getty Images).

Asimismo, podemos buscar productos con componente específicos para combatir esta problemática. “Por un lado, los alfa hidroxiácidos, cómo el ácido glicólico, ácido mandélico y el ácido láctico, son nuestros mejores aliados pues presentan una acción exfoliante que penetra la capa superior de las células muertas de la piel y evita la obstrucción de los poros, eliminando la grasa y los residuos. Por otro lado, los beta hidroxiácidos son una excelente opción. Sustancias como el ácido salicílico, ayuda a exfoliar las capas superficiales de la piel, es lipofílico (lo que quiere decir que tiene predilección por la grasa) y ayuda a ablandar y disolver los puntos negros (o comedones) y mantiene los poros limpios.


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