Es posible que durante estos días hayas empezado a notar ciertos cambios en tu cabello. Más fortaleza, brillo y forma, son solo algunos de ellos. Pero, ¿a qué se debe? Para empezar, durante el aislamiento social estás dentro de casa, por lo que los niveles de contaminación y polución se ven considerablemente reducidos, trayendo como consecuencia que el cabello se ensucie menos.
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Al ensuciarse menos, no es necesario lavarlo de manera tan regular, lo que permite que el cuero cabelludo produzca su propia grasa natural y se repare. A ello, se suma que ya no sometemos nuestra melena a aparatos de altas temperaturas, como secadores, alisadores y tenazas.
Además, para matar el tiempo libre, muchas chicas se están animando a hacer sus propias mascarillas caseras y naturales, factor que también ayuda a reparar las hebras del cabello y hacerlo crecer más fuerte y saludable.
Para conocer otros hábitos que puedes incorporar al cuidado de tu cabello durante estos días de aislamiento obligatorio, visita la galería que se encuentra al inicio de esta nota.
¿Qué es la covid-19?
La covid-19 es la enfermedad infecciosa que fue descubierta en Wuhan (China) en diciembre de 2019, a raíz del brote del virus que empezó a acabar con la vida de gran cantidad de personas. El Comité Internacional de Taxonomía de Virus designó el nombre de este nuevo coronavirus como SARS-CoV-2.
¿Cuáles son los síntomas del nuevo coronavirus?
Entre los síntomas más comunes del covid-19 están: fiebre, cansancio y tos seca, aunque en algunos pacientes se ha detectado dolor corporal, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta y diarrea. Estos malestares pueden ser leves o presentarse de forma gradual; sin embargo, existen casos en los que la gente se infecta, pero no desarrolla ningún síntoma, precisó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, la entidad dio a conocer que el 80% de personas que adquieren la enfermedad se recupera sin llevar un tratamiento especial, 1 de cada 6 casos desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar, la gente mayor y quienes padecen afecciones médicas subyacentes (hipertensión arterial, problemas cardíacos o diabetes) tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave y que solo el 2 % de los que contrajeron el virus murieron.