Estamos en una época en la que los rayos solares y la alta exposición al sol dañan no solo nuestra piel, sino también nuestro cabello. Otros responsables del maltrato capilar son el agua salada de la playa y el cloro de la piscina. Todo ello hace que nuestro cabello sufra y, como consecuencia, se rompa, se quiebre, se decolore o caiga. La mayoría de mujeres quiere tener una cabellera saludable y brillosa, pero en esta temporada es muy difícil mantenerla. Por ello, es necesario saber a qué se debe su daño.
Por un lado, la concentración de agua en nuestros cabellos se reduce por el calor, las aguas cloradas de las piscinas o el agua de mar. Además, la queratina que los protege suele fragmentarse, haciendo que estos se sequen y se tornen opacos y quebradizos. Otras de las consecuencias son el encrespamiento y el frizz. Por otro lado, la fibra capilar se desvitaliza, y y se hace evidente con el adelgazamiento de esta.
—¿Cómo cuidarlo?—
Los siguientes consejos evitarán que tu cabello sufra alteraciones. Según el doctor Sandro Tucto, dermatólogo de la Clínica Ricardo Palma, es necesario que la persona se mantenga hidratada. “Es importante el uso de champús neutros y sin sal, con alto contenido de queratina y pantenol, que mantienen la hidratación y ayudan a conservar la estructura queratínica del cabello. Reacondicionadores luego del lavado dan brillo, suavidad, docilidad, y reducen el frizz y el quebramiento”, señala. “Cuando el cabello se debilita mucho, particularmente en las puntas, recortarlo es lo más aconsejable”, añade.
Rita García, cosmiatra del Centro de Terapias Alternativas y de Antienvejecimiento, explica: “Para que nuestro cabello no pierda su estado saludable se debe usar peine de dientes anchos para que se deslice suavemente por las hebras y no se obstruya. Usar sombrero no solo nos protege de la radiación, sino que ayuda a conservar la humedad natural del cuero cabelludo. Nunca debemos lavar el cabello antes de ir a la playa o piscina, porque las grasas naturales protegen la fibra capilar. Asimismo, es importante evitar o disminuir al mínimo el uso de secadora o planchas que generen calor adicional y resequen más el cabello”.
Asimismo, es necesario el uso de mascarillas hidratantes naturales, como la palta, o los aceites de oliva y de coco. También, es importante asegurarnos de eliminar todo el cloro o el salitre del cabello, enjuagándolo con vinagre de manzana diluido antes de acondicionarlo. No solo el cabello sufre las consecuencias de los rayos solares, sino también el cuero cabelludo. En esta temporada se transpira en exceso y la mayor producción de grasa en este produce irritaciones y exacerban las dermatitis seborreicas. Tucto explica que la aplicación de champús inadecuados agrava aún más el daño. Si observamos problemas de resequedad y caída recurrentes y agresivos, es importante la atención del dermatólogo.