Lo mejor que le puede pasar a una mujer es despertar siempre con el cabello manejable y suave. Para lograr que esto suceda, siempre estamos buscando el champú, el acondicionador o la crema para peinar ideal. De la misma manera, es necesario añadir a la rutina una mascarilla capilar, pues esta cumple con una función esencial para hidratar y prevenir el cabello opaco, seco y esponjoso.
Las asesoras de Aruma nos explican cuál es la mascarilla que debes usar, según tu tipo de cabello.
1. Rizo y seco. Este tipo de cabello tiende a resecarse, por ello necesitarás de una mascarilla rica en componentes que lo hidraten. Si te gustan los rizos bien definidos, deberás buscar ingredientes que te ayuden a controlar el frizz y den a tu cabello un aspecto más uniforme.
Busca una mascarilla hecha a base de palta, ya que cumple con las funciones de nutrir e hidratar el cabello en profundidad. También podrás encontrar las mascarillas a base de plátano.
2. Largo y dañado. Lo mejor es optar por una mascarilla que te ayude a nutrirlo de la raíz a la punta, para reconstruir las hebras y evitar las puntas abiertas. En el mercado existen estos productos a base de aceite de ricino, queratina y vitaminas, que aplicas sobre los largos y puntas; y luego colocas en un gorro térmico que desprende calor al masajear.
3. Teñido o procesado. Si este es tu caso, te recomendamos darle prioridad a las mascarillas con aceite de Argán, pues restaura el balance natural de hidratación del cabello, devolviéndole elasticidad, brillo y manejabilidad. Además ayuda a protegerlo creando una barrera que evite la pérdida de humedad.