Vivimos en un mundo digital regido por las nuevas tecnologías, el internet y las redes sociales. Desde hace años hemos visto cómo los blogueros, instagramers, youtuber o influencers, han crecido de manera exponencial, puesto que son considerados como líderes de opinión, quienes emplean su poder en las redes sociales para viralizar un contenido, y así garantizar el éxito de las marcas.
►Cinnamon Style: La campaña que mueve las redes sociales en tiempos del Coronavirus
Sin lugar a dudas, estamos frente a un fenómeno mundial, y es probable que el éxito de este nuevo canal de comunicación se deba a que la imagen del influencer resulta mucho más accesible para las personas, dado que ellos desarrollan una comunidad de seguidores en sus redes sociales con los cuales existe una interacción permanente e inmediata.
Podríamos considerar que en el Perú ya se ha establecido una industria del influencer, y hoy en día contamos con una amplia variedad de categorías en cuanto a contenido referente a gastronomía, moda, belleza, viajes, deporte, videojuegos, y demás.
Un claro ejemplo de éxito en esta industria es Natalia Merino, más conocida por su blog “Cinnamon Style”, quien es considerada como una de las influencers más destacadas y versátiles en nuestro país, puesto que es la creadora del primer festival en el Perú que fusiona moda, belleza, estilo de vida y música.
-UN CAMINO DE GLAMOUR Y ÉXITO-
En el verano del 2013, Natalia Merino junto a su entonces novio – actual esposo- Sebastián Guerrero, se embarcaron en una nueva travesía en el ciberespacio, y decidieron crear su propio blog de moda y lifestyle. Si bien es cierto en ese tiempo ya existían blogs a nivel internacional, en el Perú aún no estaba muy difundido el tema de los influencers.
Su afán y compromiso por comunicar algo diferente los llevó a fundar “Cinnamon Style”, el cual no solo representaba para ambos una pasión o un simple hobby, sino que ellos querían apostar por una marca que pueda trascender más allá del blog en un futuro.
“Decidimos que el contenido de calidad iba a ser nuestro norte desde el inicio, así que invertimos en una buena cámara que nos acompaña en cada momento. Creamos nuestra pequeña organización sin jerarquías, como los nuevos modelos de negocio, yo escribía los artículos y Sebas me tomaba las fotos. Generamos contenido para 8 artículos con diferentes outfits antes de lanzar el blog públicamente. Luego de 2 semanas de postear constantemente, creamos nuestras redes sociales iniciales (Facebook e Instagram) y empezamos a compartirlas con nuestros amigos y familiares. Y así empezamos, y hasta el momento no nos hemos detenido”, refirió Merino en una entrevista en el 2017 con El Comercio.
Tras las primeras publicaciones, las marcas empezaron a seguir de cerca el trabajo que estaban realizando, motivo por el cual Natalia y Sebastián empezaron a notar que verdaderamente era factible desarrollar su propio negocio y decidieron reemplazar la modalidad de canje por una tarifa diferenciada para diversos tamaños de empresas, dado que no pasó mucho tiempo en que marcas como Adidas se convirtieran en parte de su portafolio de clientes.
Básicamente, su modelo de negocio está orientado a poder comunicar acerca de las marcas, lanzamientos de campañas y productos a través de sus principales plataformas digitales como Instagram donde tiene 619 mil seguidores, mientras que, en Youtube tiene 848 mil suscriptores.
Durante estos siete años, Natalia se ha dedicado a mostrar sus mejores creaciones por medio de sus redes sociales, pero además, ha tenido la oportunidad de llevar a cabo algunos proyectos como la colaboración que realizó con la diseñadora Jessica Butrich, una colección de zapatos y accesorios llamada “Jardín Prohibido”, así como en diciembre del 2017 lanzó su línea de accesorios y prendas de vestir. También se convirtió en la primera influencer peruana en realizar un festival de moda y música, el cual se ha realizado durante dos años consecutivos, llamado “Cinnamon Fest”.
-CRÍTICAS, HATERS Y DENUNCIAS -
Las redes sociales se han convertido en un espacio que facilita la comunicación y permite la difusión de diversos contenidos; no obstante, quienes optan por exponerse en estas plataformas corren el riesgo de estar bajo la mirada de toda una sociedad, lo que implica buenos y malos comentarios, y Natalia Merino sabe perfectamente lo que conlleva, ya que durante años lo ha vivido en carne propia.
En repetidas ocasiones, Merino ha sido duramente criticada por su aspecto físico y su manera de ser en la redes, hasta ha sido catalogada como “hueca, falsa y creída” como ella misma lo dice en su “Roast Yourself Challenge”, un desafío en el que se inspira en las críticas de sus seguidores y haters para crear una canción, la cual hasta la fecha tiene un millón de vistas en su canal de Youtube.
Sin embargo, el pasado fin de semana la fashion blogger se convirtió en tendencia en Twitter, ya que miles de usuarios la han acusado de estafa por la venta de sus productos en su tienda virtual, con el objetivo de ser cancelada en las redes sociales, es decir, que experimente las consecuencias de sus actos a través de la pérdida de popularidad.
En concreto, fue acusada no solo por el precio elevando de sus agendas, las cuales tienen un valor aproximado de S/.70, sino que varios usuarios denunciaron que habían comprado estos productos, pero que nunca los habían recibido. Evidentemente, esto causó la indignación de los cibernautas, generando que muchos de ellos cuestionaran su ética laboral, e inclusive realizaran algunas afirmaciones en torno a su relación sentimental.
Del mismo modo, salieron más denuncias en contra de Merino, puesto que fue criticada por vender a través de una cuenta de Instagram algunas prendas de diseñador de segunda mano, pero en malas condiciones por un valor bastante alto. Asimismo, un usuario reveló el supuesto tarifario que maneja la blogger para realizar sus contratos con las empresas, ya que asegura que un pequeño emprendimiento se puso en contacto con la influencer para que le puedan enviar un regalo, y así promocionar su producto; sin embargo, Merino le dejó claro que para ello debía pagar la tarifa de promoción de marca.
Aunque Merino no se ha pronunciado al respecto, su equipo de producción envió un comunicado sobre las acusaciones de estafa con respecto a la entrega de agendas, afirmando que la confusión se trataría de un hecho aislado, el mismo que se habría producido en 2018, pero que gracias a las denuncias realizadas se logró solucionar e inmediatamente se le devolvió el dinero al cliente.
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