¿Nos estamos volviendo más obsesionados con nosotros mismos y narcisistas?
Es fácil pensar que sí. Cada vez más personas actúan como si fueran grandes estrellas en las redes sociales.
Esta obsesión por la "marca-yo" es a menudo descrita como una especie de enfermedad social.
Pero no hay razón para entrar en pánico. Gustarse y preocuparse por uno mismo no es automáticamente malo.
Todos tenemos, y necesitamos, algún grado de narcisismo.
(Foto:Shutterstock)Las campanas de alarma deben sonar solamente si somos demasiado sensibles como para recuperarnos de un insulto o si no podemos aceptar que la vida es una mezcla de cosas que van bien y no tan bien.
El truco está en ser consciente de sí mismo y entender que el narcisismo no es realmente quererse demasiado sino no quererse lo suficiente.
En el peor caso
El trastorno de personalidad narcisista es la forma más grave de narcisismo.
Hay al menos tres tipos diferentes.
(Foto:Shutterstock)El narcisista facultado
Son personas exitosas y carismáticas. Disfrutan de la estima que viene con el poder, pero sus dificultades con el verdadero amor están marcadas por las relaciones rotas. Se esfuerzan por mantener un séquito de admiradores pero no pueden formar relaciones personales íntimas.
El narcisista manipulador
Son personas que intuyen fácilmente lo que los otros piensan y utilizan ese talento para encantar y seducir. Su objetivo es estar rodeado por el leal y servil. Se alimentan de otros porque tienen poca capacidad para mantenerse a sí mismos. Son frágiles y susceptibles debido a un precario sentido de identidad.
El narcisista sin poder
Nunca están satisfechos con ellos mismos. Aunque tengan buenos trabajos, relaciones felices y buena salud, nunca es suficiente. Pueden ser pasivos en las relaciones, poco sociables, se consideran víctimas y dicen que la vida no tiene sentido. Pero también pueden enojarse y atacar.
Las múltiples facetas del narcisismo
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