Maritza Noriega
No existe una fórmula exacta para hallar la felicidad, pero sí prácticas que tratan de ayudarnos a alcanzarla, y una de ellas es la meditación. Para Luciana Stiglich, directora del Instituto Inner Healers, es probable que el estado más cercano a la felicidad se encuentre a través de ella. «La meditación es una disciplina que permite incrementar la objetividad, estabilizar las emociones, reducir los signos y síntomas de estrés, activar la función ‘descansa y digiere’ del sistema parasimpático (sistema nervioso), estimular el pensamiento divergente, funciones neurológicas saludables y la producción natural de endorfinas».
De hecho, hay estudios que indican que la constancia en la meditación budista podría llevar a ese tipo de felicidad que todos buscamos. Un grupo de científicos del Centro Médico de la Universidad de California ha mostrado evidencias de que los budistas son más felices y más calmados que otras personas. La explicación es la siguiente: ciertas áreas se vinculan con el buen humor y los sentimientos positivos, y estas se encuentran más activas en el cerebro de los budistas que en el de las personas que no practican esta religión.
En su libro «9 días para sentirse fantástico», John Whiteman dice que nuestras mentes pueden ser una gran herramienta para el cambio cuando están enfocadas en ello (la felicidad) de una manera consciente. El autor estadounidense indica que si se pierde esta conciencia y hay poca dirección, nuestros pensamientos cotidianos pueden fácilmente volverse negativos, lo que hace que nos dejemos afectar por las condiciones externas.
¿Qué debemos hacer para evitarlo? Para Whiteman la clave para encontrar la felicidad de adentro hacia afuera está en la autorregulación mental. Ser feliz está en tu mente.
PAZ MENTAL
• Pon en práctica estas acciones para empezar el cambio y lograr la felicidad:
• Aprende a controlar tu respiración. Si respiras mal, tu cuerpo recibirá señales de fatiga general.
• Rodéate de la gente que quieres. Esto te genera una sensación de bienestar y de tranquilidad emocional.
• Sonríe.
• Ten siempre pensamientos positivos.
• Descansa bien, duerme por lo menos ocho horas.
• Ejercítate diariamente.