Por María Inés Ching
Me invitaron a una noche con la compañía de mis cinco sentidos en el hotel Hilton de Bogotá. Aunque no se compruebe fácticamente, tengo uno sexto: mi intuición femenina. La noche del miércoles traté de ignorarla y dejarme llevar. Usaría mi tacto, gusto, olfato, vista y oído como el común de los asistentes.
Era de noche en la capital de Colombia y yo, con vestimenta formal y mucha curiosidad, bajé al salón Platinum del Hotel Hilton. Lo que me esperaba era una lujosa velada: empresarios y personalidades locales, un salón elegantemente ataviado de velas y flores, bellos anfitriones y una presentadora de televisión como animadora de esa noche.
Tras las fotos de rigor, empezó la «Cena Cinco Sentidos», una creación de las brasileñas Bel Coelho y Danielle Barbizan. La primera es reconocida en su país como una de las mejores cocineras mujeres en su país y ha sido premiada con el Breakthrough Chef. Barbizan es gerenta olfativa de Natura. Como era de esperarse, la expectativa crecía mientras llegaban los platillos.
La entrada fue una oda al Tacto, la manera más básica de entrar en contacto con las personas. Siguió el primer plato, inspirado en la Vista, aquella que nos ayuda a percibir el movimiento y los detalles que nos rodean.
Pasados algunos minutos, nos pusimos los audífonos para escuchar ruidos de la selva. Veinte cocineros más entraban en fila repartiendo el segundo plato que rindió homenaje al Oído, aquel que nos ayuda a apreciar los sonidos de la naturaleza.
Mi momento favorito fue el postre, que llegaba gracias al auspicio del Gusto, nuestra particular manera de saborear un momento de felicidad. Y finalmente cerramos la noche con una infusión inolvidable para el Olfato.
Cada platillo nos estimulaba sensorialmente, era un concierto de imágenes, olores, sabores, aromas y sonidos, así como todas nuestras actividades. ¿Cuántas veces pasamos ocultas tras el celular y no conversamos? ¿Por qué ahorramos tiempo almorzando frente al computador? ¿Solo en días soleados disfrutamos del olor del mar, la textura de nuestra piel y el sonido del parque?
Dejemos de hacer las cosas mecánicamente. Disfrutemos de cada momento con todos nuestros recursos. Saboreemos la vida y sintámonos privilegiadas las mujeres, que como yo, tenemos un sexto sentido. Obedezcamos a nuestra Intuición más seguido.