El brasier forma parte de nosotras. Los usamos con tanta frecuencia que no solemos darnos cuenta que debemos lavarlo como cualquier otra pieza de vestir. Ahora bien, "¿cuántos usos debemos darle antes de lavarlo?", podría ser una pregunta válida. Aquí te damos algunos puntos a tener en cuenta:
-No debes lavar el brasier después de cada puesta. Lavarlo muy seguido le hará más daño, pues el exceso de lavado puede perjudicar su elasticidad, lo cual es esencial para un buen soporte.
- A menos que hayas sudado, úsalo tres o cuatro veces antes de lavarlo. Si has tenido un día caluroso y tu brasier ha terminado húmedo, querrás lavarlo lo antes posible. Por otro lado, si lo has usado por un par de horas (como un strapless con un vestido) no cuenta como una puesta. Si lo utilizas en el gimnasio, lávalo después de cada uso.
- Lo ideal es tener varios sostenes para rotar su uso y así evitar que el elástico se gaste. Usarlo dos días seguidos tampoco es un problema, pues al sacártelo por la noche le das suficiente tiempo para recuperar su forma y elasticidad.
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- Sigue las instrucciones. Usualmente la etiqueta de uso te pide que le des un lavado suave, incluso con agua tibia para mantener su buena forma. Si decides colocarlo en la lavadora en vez de lavarlo a mano, selecciona el ciclo más delicado que la máquina te ofrezca.
- Evita la secadora. Es recomendable ponerlos a secar de manera natural, pues el calor y la agitación de la máquina puede dañar su elasticidad y forma. Antes de ponerlo a secar, asegúrate de que las copas no estén dobladas ni deformes y utiliza una toalla para eliminar el exceso de agua (no lo exprimas ni tuerzas). Déjalo secar sobre una superficie plana.
-Mantén el mismo cuidado al guardarlos. Es mejor alinearlos en tu cajón, tal y como harían en una tienda. Las arrugas pueden causar que los sostenes se deformen.