Los excesos nos pasan la factura y nadie se libra de los malestares digestivos. Ni siquiera los perros. En esos casos, nuestros mascotas necesitan una dieta blanda para reponerse de la diarrea, vómitos y estreñimiento.
La dieta blanda suele recomendarse, aclara el veterinario Renzo Cossio, cuando el paciente atraviesa alguna disfunción digestiva, que puede ser desde enfermedades orofaríngeas o esofágicas, gastrointestinales agudas, crónicas o se está recuperando de cualquier dolencia o cirugía que lo amerite. También se aconseja en caso de cáncer.
Las dietas blandas podemos encontrarlas listas en las tiendas. Se ofrecen enlatadas y cumplen con todos los requisitos para los diferentes problemas que esté atravesando la mascota. O podemos prepararlas en casa. Si tu mascota está mal del estómago, ofrécele un poco de arroz, pasta hervida con carne magra (pollo o pavo) y claras de huevo. Evita los lácteos y grasas.
Para un perro que sale de un estado de desnutrición severa, cáncer o está debilitada, el alimento debe ser muy energético, con proporciones elevadas de proteínas y calorías. Utiliza carne de vaca, huevos enteros y papas. Recuerda echarle poca sal, evita las grasas, condimentos, aceites y, sobre todo, no añadas huesos.
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Algo más
* Porción. La ración de la dieta blanda debe ser menor al alimento ofrecido normalmente (25% al 50%). Dale pequeñas cantidades varias veces al día.
* Tiempo. Los trastornos digestivos simples suelen mejorar entre 24 y 48 horas. Cuando tu perro esté bien, ofrécele gradualmente su dieta normal.
* Diarrea. Es un trastorno que indica la mala absorción de nutrientes; la dieta blanda compensa la situación con alimentos de fácil digestión y regula la flora microbiana.
* Advertencia. Todo cambio en la alimentación de nuestro perro debe ser bajo supervisión de su veterinario tratante.