El pasado jueves por la noche, -en pleno Centro Histórico de Lima- el diseñador peruano Noe Bernacelli presentó su más reciente colección “Retrato de una Dama”. Tomando como fuente de inspiración el estilo de su madre y convirtiéndola en la musa de los diferentes estilismos que presentó en los elegantes salones del Museo de Arte Italiano, el modisto nacional celebró los 15 años que lleva trabajando en la industria de la moda.
Dándole inicio a la temporada Otoño/Invierno 2023, el diseñador pionero en alta costura en el Perú abrió su desfile con siluetas propias de la corriente “new look”. Precisamente, este estilo que revolucionó el mundo de la moda en la época posterior a la Segunda Guerra Mundial, fue el que lucía la madre de Noe Bernacelli, Rosi Galvez. Así, el creativo de 38 años incluyó piezas como faldas amplias, abrigos de cintura ceñida y vestidos con cuello elevado.
Asimismo, los textiles empleados para la magistral construcción de estos atuendos fueron clave. Sobre pasarela se vieron materiales como el tulle, tweed o tejido de lana áspera y espectaculares encajes.
A medida que el fashion show iba avanzando, estaba claro que las siluetas iban evolucionando. Así, dejando de lado las piezas más clásicas, Noe Bernacelli envió a pasarela sus icónicos trajes de gala que combinaban tanto formas del siglo pasado como siluetas contemporáneas. Lo que llamó la atención fue la amplia paleta de colores con la que trabajó Bernacelli. Entre las tonalidades que inspiraron esta colección destacaron los colores rosa, celeste, morado y rojo.
La asombrosa combinación de texturas fue llevada al siguiente nivel gracias a los detalles personales que incluyó el diseñador peruano. Algunas frases como ”El amor es la respuesta a todo” y “Nada es permanente” acompañaron los delicados atuendos a través de bordados minimalistas.
Definitivamente, el hilo conductor en este muestra de moda fue la progenitora de Noe y la visión que ella tenía de la moda. En honor a ella, el creativo nacional finalizó el desfile con una modelo que llevaba un especial vestido rojo -representando a su madre- y un pequeño niño vestido de traje y camisa quien personificaba a Noe Bernacelli en sus primeros años de vida.
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