La sede del grupo de lujo francés LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton (LVMH), empresa matriz de la casa de moda Louis Vuitton, se convirtió el día de hoy en el objetivo de los manifestantes que han tomado las calles de París en vísperas de la decisión sobre la controvertida propuesta de reforma de las pensiones para retrasar la edad de jubilación en Francia.
La sede central de Louis Vuitton es tomada por protestantes franceses
Decenas de personas ondeando banderas y sosteniendo bengalas en alto entraron de forma violenta a los locales de LVMH en la calle 22 de la Avenue Montaigne en París. Así, inició el duodécimo día de protestas en todo el país desde que comenzaron las huelgas a mediados de enero.
Los indignados huelguistas atacaron el edificio un día después de que las acciones de LVMH -la empresa propiedad de Bernard Arnault, el hombre más rico del mundo- se dispararan a máximos históricos. “Si Macron quiere encontrar dinero para financiar el sistema de pensiones, debería venir aquí a buscarlo”, afirmo el líder sindical Fabien Villedieu fuera de la sede de la compañía.
Horas antes, los manifestantes arrojaron montones de basura frente al Consejo Constitucional, que se pronunciará el viernes sobre la legalidad de las reformas, y colgaron una pancarta en la calle en la que se leía “Censura constitucional”.
¿Por qué se están dando las protestas en Francia?
Desde el 19 de enero de este año, miles de franceses han mostrado su rechazo hacia el impopular plan del presidente Macron para elevar la edad de jubilación en Francia. Este plan prevé que la edad de jubilación general pase de 62 a 64 años, mientras que los trabajadores del sector sanitario se verían obligados a trabajar dos años más hasta los 59.
Ante la controversial propuesta, se han desatado una serie de huelgas generales y manifestaciones organizadas que últimamente han resultado en actos de violencia y daño a la propiedad pública y privada.
Contenido Sugerido
Contenido GEC