En la moda imitar lo ajeno parece ser la regla; no la excepción. Debido al ritmo acelerado en el que se mueve la industria y la oferta masiva que existe, resulta imposible llevar un seguimiento de quién crea qué. De lo último, las cadenas de moda rápida son las más beneficiadas. Solo basta abrir Instagram para comprobar que las prendas que vemos en las pasarelas más importantes tardan tan solo unas semanas en venderse en las tiendas locales y a precios de infarto. Un robo a mano armada que parece pasar desapercibido una y otra vez. Y las gigantes del fast fashion no son las únicas. Incluso grandes diseñadores han sido acusados de plagiar a marcas emergentes bajo el infalible pero frustrante eslogán “es solo inspiración”. Sumado a esto, la falta de una legislación clara favorece el panorama que parece agravarse con el pasar de los años. Pero, ¿cuál es el límite? ¿Cómo podemos saber cuando se trata de un plagio, una inspiración o incluso, de una coincidencia? He ahí el meollo del asunto.
Esta semana, la pregunta volvió a surgir en redes sociales tras la publicación de la marca peruana D.N.I, creada por los hermanos Paulo y Roberto Ruiz en el año 2019. Los gemelos —quienes radican en París— compartieron en Instagram unas fotografías en las que se ve la ‘Camisa Estampillas’ de su marca al lado de la ‘Camisa Patch Sellos’ de la cadena de moda española Desigual. Las imágenes de las prendas, una al lado de la otra, desencadenaron una serie de respuestas de usuarios indignados que ven un gran parecido entre ambas y aseguran que se trata de una copia.
“La marca Desigual se volvió igual”, escribió un internauta en Instagram. “Una vergüenza que una marca grande copie a marcas emergentes”, “¿Coincidencia, inspiración o plagio?”, continuaron otras.
Paulo Ruiz —cofundador y diseñador de D.N.I— revela que vio por primera vez la camisa de la firma española Desigual a través de Instagram. Uno de sus clientes más fieles le envió fotografías por mensajes. Su primera reacción fue escribir a la marca a través de la misma aplicación en búsqueda de una explicación. Pero no obtuvo respuesta.
“Lo primero que hice no fue poner algo en las redes sociales, sino mandarle un mensaje privado a Desigual diciéndoles que encuentro el producto muy cercano y me parece muy irrespetuoso sobre todo de una marca tan grande como ellos. En todo caso pudieron crear puentes, si les gustaba un modelo. Hubieran podido fácilmente hacer algo con nosotros o no sé... pero hubieran podido hacer algo diferente. No me dieron ninguna respuesta, de hecho me dejaron en visto”, revela en exclusiva para El Comercio.
La Camisa Estampillas fue creada en el año 2019 y puesta en venta en el 2020. De hecho, pertenece a la primera colección de la marca llamada ‘A ti, Perú’ y fue hecha para mostrar y honrar a nuestro país. El leitmotiv de la firma desde su creación. La prenda está hecha de puro algodón y bajo la técnica del patchwork, que consiste en unir retazos de tela para crear bloques más grandes. Como su nombre lo indica, cada retazo de tela es en realidad una estampilla que al unirse a las demás, crea una camisa entera.
“Decidimos que nuestra primera camisa sea una que tenga varias estampillas con iconografía peruana. Tiene una de Machu Picchu, otra de alpacas, incluso aparece el correo peruano que ya no existe. La idea era que las estampillas hagan la camisa. Que dé la impresión que estás vistiendo estampillas. Ese es el concepto. Para lograrlo, escaneamos las estampillas en tela y las agrandamos bastante. También mantuvimos los bordes de zigzag, propios de las estampillas”, detalla.
Para el creativo peruano, las similitudes entre su prenda y aquella lanzada por Desigual saltan a la vista. “Se trata- como mínimo- de una inspiración”, sentencia. Entre las razones resalta la construcción de ambas prendas, los colores e incluso las iconografías utilizadas.
“Como diseñador veo la misma construcción. Las estampillas tiene las mismas dimensiones y los mismos bordes ondulados. La construcción a nivel global de la camisa es la misma. Solo con verla te das cuenta. Son los mismos patrones, me parece que solo en la manga hay un cambio. También hay una similitud en los colores, creo que ellos han puesto un azul más fuerte pero hay verdes y beiges. Incluso en la camisa de Desigual han puesto un camello que tiene prácticamente las mismas dimensiones que la alpaca en la nuestra. Hay muchísimas coincidencias. Es muy complicado que tres años después alguien tenga la misma idea. Pero bueno, lo dejo a decisión de las personas. Que cada uno saque sus conclusiones”, afirma.
Desigual responde a las acusaciones
Esta no es la primera vez que la marca de moda española Desigual sufre una acusación de plagio. En el año 2008, la marca Custo Barcelona acusó a la cadena de “copiar sistemáticamente sus diseños”. Una denuncia que terminó en los juzgados. Sin embargo, hoy Desigual asegura que siempre ha hecho énfasis en la autenticidad y la originalidad en todos sus procesos.
Nelly Baca, brand manager de Desigual Perú, revela que la firma está informada de la acusación de la marca peruana D.N.I. Sin embargo, no la considera justa. “Estamos al tanto de la situación, hemos analizado los hechos y revisado los detalles de la prenda en cuestión, existen diferencias gráficas y de patrón entre ambos productos”, afirma Baca.
”Consideramos que existe un parecido debido a una tendencia, ya que ambas marcas utilizan postales en su diseño y los bordes característicos de estas postales. Sin embargo, es injusto decir que existe un plagio cuando la marca en toda su trayectoria se ha caracterizado justamente por su autenticidad”, agrega.
Desigual inició sus operaciones en 1984 de la mano del fundador de la firma Thomas Meyer y bajo el anhelo de crear ropa “que no sea más de lo mismo”. Durante las últimas décadas la firma ha logrado caracterizarse por ofrecer diseños coloridos, irreverentes y jugar con técnicas como el collage o el patchwork. “El patchwork es un estilo que Desigual lleva empleando desde sus inicios y es lo que se ha convertido en el ADN de la firma [...]. Las camisas masculinas de Desigual escapan de la típica camisa en colores neutros, están inspiradas en motivos populares llenos de colores y texturas y son justamente el collage y el patchwork los que prevalecen colección tras colección”, agrega Baca.
La Camisa Patch Sellos de la firma pertenece a la colección Primavera- Verano 2023 y, al igual que el resto de prendas, fue diseñada por el área correspondiente de la casa matriz de Desigual, ubicada en España. Según la brand manager, esta pieza en particular se trata de una mezcla de técnica entre el patchwork y el collage. Este medio intentó comunicarse con el equipo de diseño de Desigual en España pero no fue posible.
Lo que dice la ley
Para Carmen Moretti, abogada corporativa y especialista en derecho de moda, discernir entre plagio e inspiración en la moda es complejo debido a la línea difusa que existe en la legislación nacional e incluso en el derecho internacional. “En Perú tenemos herramientas para proteger las creaciones de diseñadores o marcas de moda. Los diseños de moda se pueden proteger bajo derecho de autor. Lo que sucede es que la moda va a pasos agigantados y muchas veces los diseñadores optan por lanzar sus diseños y no protegerlos bajo este derecho ya sea por falta tiempo o por no cumplir el factor de originalidad”, explica.
Entonces, en el caso de no haber registrado una obra, ¿no se podría reclamar como propia? Sorpresivamente, la respuesta es que de todos modos se puede. Según la especialista, a pesar de no haber registrado un producto, en el Perú el derecho de autor es inmediato tras la creación y difusión del mismo. Eso sí, hace falta evaluar el factor de originalidad de la obra para determinar si efectivamente se puede hacer válida esta distinción.
Para Pierino Stucchi, experto en Propiedad Intelectual de Stucchi Abogados, es justamente ahí donde está la clave. “No todos los diseños de una prenda de vestir se pueden proteger como derecho de autor. Imagínate que diseño un pantalón de denim, con hilos naranjas y dos bolsillos a los lados. Ese diseño sería estándar, muy parecido a otros en el mercado. La clave para que un diseño de moda sea protegido por derecho de autor está en su originalidad, es decir que su expresión integral sea distinta a la de otros diseños”, explica.
En el caso de poder ejercer el derecho de autor sobre una obra, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) es el indicado de evaluar estos casos. En presuntas situaciones de plagio, es este organismo el encargado de evaluar si hay o no violación del derecho.
En la opinión profesional de Stucchi, el caso entre la marca peruana D.N.I. y la firma española Desigual tiene varias aristas para analizar. “La Camisa Estampillas de la marca peruana me parece una idea muy interesante, lo que habría que analizar es si se puede determinar plagio únicamente invocando como la copia indebida de la obra la técnica del patchwork, los colores y el cosido. No parece suficiente para alegar que se trata de una copia idéntica. Puede haber una inspiración, pero no se habría cruzado la barrera del plagio. En todo caso, sería la entidad pertinente la encargada de determinarlo”, explica el especialista.
“Sucede que la ley no es muy específica cuando se habla de plagio total o parcial de una obra. Lo que sí señala es que en estos casos finalmente se evalúa el resultado integral de la obra”, agrega. En el Perú, el derecho de autor aplicado para diseño de moda no existe. Se trata de una ley general que se usa dependiendo el caso, tanto para obras literarias, como audiovisuales, de moda, entre otros. Entonces, ¿sería necesario evaluar la necesidad de leyes más precisas para el campo de la moda? ¿que supone un plagio específicamente en una obra de moda y qué no? ¿es suficiente analizar un diseño de moda en su totalidad, sin evaluar la inspiración detrás, la construcción, las técnicas utilizadas? Acaso, ¿no es justamente en el proceso creativo en el que recae la aclamada originalidad de una obra? Preguntas que aún quedan por resolver.
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