Con el regreso a la presencialidad, también vuelven los eventos cuyo único objetivo es ayudar. Ese es el caso de El Rastrillo, la feria que se viene organizando hace 27 años y fusiona moda, gastronomía y arte en beneficio de los hogares de Nuevo Futuro Perú. El miércoles por la noche se vivió una nueva edición en el Puericultorio Pérez Araníbar y aquí te contamos los detalles de la pasarela.
El desfile inició con la puesta en escena de la diseñadora peruana Andrea Llosa, quien presentó su colección SS23. El concepto detrás de su propuesta tuvo mucho que ver con la expresión a través del arte. Así las modelos iban saliendo una a una y se evidenciaba la estética artística que inspiró esta colección. Las piezas -que variaban entre blusas largas, vestidos fluidos y prendas con estructura sastre- guardan un mensaje en común: “Don´t get your pain go to waste” (“No dejes que tu dolor se desperdicie”). A dicha frase se le sumaron elementos como colores potentes -que tal como se vio en el fondo audiovisual, hacían referencia a pintura fresca- estampados como el rostro del médico psiquiatra Carl Jung y brochas que funcionaron como accesorios perfectos para el cabello.
La cuota de moda masculina la pusieron los sellos Boggi Milano y Hugo con sus propuestas de moda casual y moderna. Entre las piezas que llamaron la atención vimos chalecos estilo ‘puffer’, accesorios como riñoneras y sastres en atrevidos colores.
La noche en El Rastrillo continuó con la presentación de la colección ‘Acuarela‘ de Paola Gamero, quien fue reconocida al inicio de la jornada por su permanente trabajo con materiales orgánicos y de origen peruano. En conversación con la diseñadora nacional, nos confesó que no tenía idea que recibiría ese premio. “No sabía, no sabía de verdad. Me entrevistaron por teléfono y me dijeron que alguien iba a ganar un premio. Y antes de iniciar el desfile me tomaron por sorpresa y me dijeron que tenía que ir al escenario para agradecer y no tenía idea, pero en verdad estoy súper feliz”, cuenta la modista local.
“Tenemos 16 looks aproximadamente y la colección se trabajó en conjunto con una pintora especializada en acuarela y ese estampado lo hemos sublimado en tela. Todo el textil es hecho y pintado a mano y tiene mucha esencia primaveral. También hemos usado lino, seda y tejidos con la técnica de ‘jacquard’ en 100% algodón peruano”, explica Paola Gamero. Los planes de la firma local son prometedores. La diseñadora comenta emocionada que ya ha llegado a mercados internacionales con piezas elaboradas en baby alpaca y tejidos.
A mitad del show de moda, se hizo presente Anntarah, marca peruana de piezas trabajadas en alpaca. Dejando de lado lo estrictamente tradicional de esta fibra natural, la firma de diseño sorprendió con siluetas novedosas desde faldas plisadas y capas, hasta pantalones fluidos y mucho color. El enfoque del sello nacional también abarca el mercado de niños y se pudo evidenciar en la inclusión de tres pequeñas modelos caminando por la pasarela.
Casi a las 9 de la noche, le tocaba el turno a un diseñador que casi siempre está presente en los grandes desfiles -y si se trata de ayudar aún con más razón-. A ritmo de la gran Beyoncé, Amaro Casanova entregaba al público su más reciente colección ‘Palpitar’. Así, las modelos iban saliendo una a una con mucha seguridad y picardía luciendo divertidos -pero elegantes- vestidos de lunares.
Casanova también aprovechó la oportunidad para presentar su selección de prendas masculinas. Trajes de lino y kimonos en distintos tonos de cuerina cautivaron al público. La presentación para el modisto peruano -y miembro del equipo organizador- cerró con la colección de ensueño para novias llamada ‘Reencuentro’.
A cargo de cerrar la noche benéfica de El Rastrillo, estuvieron la diseñadora Angie Schlegel con un desfile en honor a su adorada abuela y la multimarca peruana The Hanger con piezas juveniles y en tendencia.
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