La Rayuela cierra su edición 2022 entre brillos, mucho color y vestidos de novia de ensueño

Ayer por la noche, en el BTH Hotel Boutique Concept, se vivió el día de cierre del desfile de moda “La Rayuela”. Con diferentes enfoques de la industria como el retail, emprendimientos, marcas de celebridades y firmas de diseñador; esta propuesta ha dejado claro cual es el futuro de la moda en el Perú: convertirla en una herramienta para el desarrollo de la personalidad de las personas.

‘Night glam’ como tendencia definitiva

Si tuviéramos que elegir el estilo que dominó la pasarela, claramente serían las prendas de noche de siluetas atrevidas, potentes colores y cubiertas en brillos. Tanto las firmas de emprendedores como Mar de Lima, Paola Bazán y Rhannya Designs; así como la marca Between Us de la influencer Luana Barron, apostaron por vestuarios dignos de una noche de fiesta.

La tendencia de moda también conocida como “Night Luxe” viene siendo una de las protagonistas absolutas de los últimos años. Considerando que nuestros armarios han estado un poco apagados debido a la pandemia y a las restricciones sociales, ya era momento que las texturas brillantes, los tonos saturados y los cortes sexys regresen a nuestra vida.

Entre minifaldas, escotes strapless, produndas aberturas y telas brillantes, los emprendedores pintaron La Rayuela de color, dinamismo y una estética que representa la libertad del cuerpo, algo que cada vez las peruanas vienen adaptando a su forma de vestir.

Moda casual hecha 100% en Perú

Las propuestas ‘ready to wear’ llegaron de parte de los emprendimientos Sonqo Deluxe y Estrafalario. La primera firma se mantuvo fiel al uso de alpaca y algodón peruano, fibras naturales que caracterizan su trabajo. Así presentaron sobre pasarela tops tejidos, vestidos minimalistas y cómodos pantalones en tonalidades neutras.

Por su lado, la marca Estafalario, la apuesta estuvo enfocada en la onda tropical y latina. “Panameña”, la colección primavera verano 2023 nos dejó con piezas perfectas para vacacionar o pasar unos días de sol al aire libre. En el desfile, se sintió la alegría contagiante de prendas como faldas con volantes, conjuntos estampados y enterizos con bordados hechos completamente a mano.

En alta moda, Claudia Jiménez y Sergio Dávila fueron los diseñadores que presentaron piezas ideales para llevar en el día a día e incluso en ocasiones especiales.

La destacada diseñadora peruana trabajó en colores aqua, magenta, rosa y dorado para aplicaciones y accesorios. De esta manera, ejecutó un mismo patrón en modelos de estilo playero como salidas de baño, pantalones traslúcidos, tops estilo ‘wetsuit’ y vestidos escotados con volantes.

Davila nos sorprendió con la pasarela más disruptiva de la noche. Con un estilo relajado pero muy bien trabajado, las piezas de la colección femenina y masculina dejaron claro que las siluetas clásicas también pueden reinventarse. Y así lo hizo el diseñador peruano que mostró los típicos conjuntos de polera y joggers desde otra perspectiva más elaborada. Lo mismo sucedió con las prendas de punto como vestidos y la presencia de capas masculinas.

Una noche dedicada a las novias

Con el regreso de las bodas y todas las festividades de gala de fin de año, los vestidos de alta costura no podían faltar en el “fashion show del año”. Elizabeth Muñoz, Rafael Camacho y Ermol Gonzáles fueron los modistos que llevaron la sofisticación al máximo nivel en las instalaciones del BTH Hotel Boutique Concept.

Con una puesta en escena espectacular, la diseñadora Elizabeth Muñoz acompañó su pasarela con la deslumbrante voz de la cantante peruana Amy Gutiérrez, quien entonó las icónicas baladas “Listen” y “Rolling in the deep” para la caminata de las modelos. La corsetería, transparencias y capas fueron el sello de la firma en esta edición de La Rayuela.

Rafael Camacho -uno de los emprendedores presentados por falabella.com- y Ermol Gonzáles ilusionaron a los asistentes con los lujosos vestidos mostrados. Los diseños cubiertos de pedrería y cuentas colgantes también contaron con detalles en la espalda de escote profundo, cortes asimétricos y bordados floreados en tul.

Las dramáticas capas de organza, sumadas al uso de colores cálidos y la presencia de dorado, nos regalaron una nueva perspectiva del clásico vestido nupcial.