8 verdades sobre el amor que me gustaría haber sabido a los 20
8 verdades sobre el amor que me gustaría haber sabido a los 20

Es cierto que en nuestros 20 ya dejamos la adolescencia, y con suerte, también el drama intenso con el que enfrentábamos cada nueva experiencia. Sin embargo, a veces ese deseo de madurar ejerce una presión extra en esta década. Creemos saberlo todo y nos sentimos mucho más experimentadas, pero no siempre es así, especialmente en lo que al amor se refiere.

Lo bueno es que de la vida nunca te gradúas, así que siempre tienes tiempo para seguir aprendiendo. Hoy que ya bordeamos los 30, hacemos una lista de aquellas cosas sobre el amor que nos hubisese gustado saber a los 20. quizás a ti pueden serte de (MUCHA) utilidad. 

1) Primero, ponte bonita por dentro. Que el físico no es lo más importante en el amor parece una verdad que todas deberíamos saber desde que tenemos uso de razón. Al menos lo mencionamos siempre pero luego vivimos a dieta, obsesionadas con el bikini perfecto y el vestido más coqueto. A ver: no hay nada de malo con querer lucir bien. De hecho, evitar el sobrepeso es básico para la buena salud. Pero no seas ingenua, un chico que valga la pena no se quedará a tu lado sólo porque eres bonita. Invierte en conocerte por dentro y convertirte en la persona sensata y confiable que quieras ser. Tampoco apuestes todo por el chico más guapo. Busca más.

2) Sobrevivirás a todas y cada una de tus rupturas: Lo bueno de que pasen los años, es que la experiencia te va haciendo más fuerte. En los 20 aún hay llantos desesperados, noches de tequila y citas con nuevos chicos para olvidar al ex. Es que realmente crees que necesitas todo eso para continuar. A los 30 ya no. A los 30 claro que las cosas te duelen, pero ya no quieres perder el tiempo estancada en algo que no funciona. Empiezas a sentir alivio cuando descubres que es mejor terminar una relación a seguir perdiendo el tiempo.

3) Adiós chicos malos: Nos cuesta dejar este vicio, pero a los 30 finalmente lo estamos curadas. Querida veinteañera, acéptalo de una vez y ahórrate malos ratos; no va sa cambiarlos. Ya no nos engañamos con el encanto del chico rebelde ni sobrevaloramos su atrevimiento. Ahora reconocemos su actuación. Muchas veces bajo esa imágen de "no me importa lo que piensen de mi", hay un chico asustado que aún no sabe quién es. Si nosotras estamos avanzando a paso firme, querremos también un compañero con las ideas claras.

4) No justificas al mentiroso: Aunque odiamos que nos engañen, existe una tendencia a culpar a las otras mujeres por las mentiras de nuestros novios. Y sí: ellas también son responsables del engaño pero no tienen ninguna relación contigo. En tus 20 te pones celosa, mandas textos amenazantes a las amigas de tu novio, hablas pestes de las chicas bonitas que lo rodean. Basta. A los 30 comprendes que solo tus decisiones y las de él tienen efecto en la relación. Así que ambos son los únicos que deberán responder por sus actos. Esa claridad te permitirá asegurarte de estar enamorada de alguien confiable.