Sabrina Duque
Confiésalo: tú fuiste aquella Susanita preadolescente que le preguntó a su prima mayor que cuándo pensaba tener hijitos. Ahora que estás en el lugar de ella, feliz y en pareja, con una vida estable, te das cuenta de la santa paciencia que tu prima tuvo contigo, al no ahorcarte después de la tercera vez que le saliste con la cantaleta.
De pronto, te parece que todo el mundo tiene derecho a indagar por tus planes de reproducción. Y te agobias. Y te enfureces cuando alguien te recuerda que ‘tic tac tic tac, el reloj biológico está avanzando’. No es la primera vez. Antes ya te preguntaron que cuándo conseguirías un novio. Y la pregunta te persiguió en cada reunión familiar, donde hubo quienes criticaron que «solo pensarás en el trabajo y no en la familia». Ni bien le presentaste un novio a tus padres, el comentario familiar era que ya era hora de que te vistieras de blanco y pasaras por el altar. Lo más pronto posible.
Hay dos actitudes que puedes adoptar cuando comiencen a presionarte por un bebe. Descartemos la primera, que es agobiarte y cuestionar tus decisiones de pareja. La segunda es hacerte de un kit de respuestas o actitudes, según tu caso, listo para ser usado con elegancia y buen tino en cada ocasión (mira el recuadro).
También puedes citar el artículo científico de moda entre las mujeres que están posponiendo la maternidad. Tomas Perls, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, dirigió una investigación que indicó que las mujeres que conciben más tarde en la vida tienden a vivir más tiempo.
Si tus suegros o tus padres están en campaña por tener nietos, explícales que si bien ellos están listos para ser abuelos, ustedes aún no quieren enfrentar la maratón de dormir mal y cambiar pañales.
Recuerda, respira. Y no pienses que si llegas a dar la noticia de que un bebe viene en camino te dejarán de acosar a preguntas. Después de un paréntesis de algunos meses recibiendo consejos no solicitados, por parte de todo ser humano que se te cruce en el camino sobre cómo criar a un pequeño ser humano, volverán. Cuando tu bebe esté gateando por el mundo, otra pregunta te perseguirá por años: «¿Y para cuándo el segundo?».
TIPS
- Si no quieren tener hijos, corten por lo sano: expliquen la decisión a sus padres. Será un golpe duro si están ilusionados con ser abuelos, y deben tener paciencia porque demorarán en conformarse, pero evitarán ser acosados por la misma pregunta en cada reunión familiar.
- Combatan los clichés con algo de cinismo. Cuando alguien les diga que los niños mejoran el matrimonio, pregunten por qué más de la mitad de divorcios ocurren en parejas con niños pequeños.
- Si llevan tiempo intentándolo y aún no concibes, ignora la pregunta. No tienes por qué compartir tu historial médico con medio planeta. Finge que no escuchaste y haz un simpático comentario sobre la última película que viste en el cine. Si tu interlocutor tiene algo de sensibilidad, notará la evasiva y no volverá sobre el tema.
- Si los quieres tener, pero más adelante, dile al preguntón, con tacto y una sonrisa en los labios, que tú y tu pareja tienen metas que cumplir antes de que lleguen los niños: comprar una casa, viajar a la China, terminar sus doctorados en Francia o poner un bar en la playa.