Hoy en día, están más que estudiadas las diferentes consecuencias que trae para la salud el consumo de azúcar, elemento presente en cientos de alimentos y bebidas. Lo terrible del tema es la inmensa relación de esta con los cambios físicos y mentales de nuestro organismo. Por ejemplo, el comportamiento de cualquier infante, luego de haber consumido el nivel de azúcar presente en múltiples dulces y golosinas presentes en su entorno, puede variar notoriamente.
No obstante, el consumo de azúcar puede ser totalmente prevenible desde casa, donde la elaboración de meriendas, loncheras y platillos con ingredientes nutricionalmente de alto valor biológico brindará un orden a la semana. Esto debe ser obligatorio, pues, al acercarse el fin de semana, a veces es inevitable asistir a cumpleaños o reuniones familiares, donde los pequeños están expuestos a golosinas y azúcares por toda la tarde.
Efectos del azúcar en nuestra salud
Si bien es cierto, la hiperactividad es algo notorio en ellos luego del consumo excesivo de azúcares, también es preciso resaltar la presencia de múltiples condiciones, como la obesidad infantil y la diabetes de tipo 1 insulino dependiente. Esta última afección, con el paso de los años, afecta los órganos y tejidos del cuerpo humano de forma irreversible.
En los adultos, además del riesgo de padecer obesidad y diabetes, tenemos otras enfermedades relacionadas al cerebro. Por ejemplo, luego de consumir azúcares por largos períodos, el depósito de placas amiloides puede desencadenar la pérdida de funciones neurológicas vitales, como la memoria. Por ende, puede desencadenar casos de Alzheimer, enfermedad que afecta mayormente a mujeres mayores de 60 años.
Por otro lado, los trastornos del sueño, en muchas ocasiones, luego de cenas con postres y dulces excesivos, suelen aparecer, generando un cansancio atípico en la persona afectada. Asimismo, los trastornos metabólicos tienen origen en la hiperfunción del páncreas, órgano que produce la hormona insulina, la cual ingresa la glucosa dentro de las células del cuerpo humano. No obstante, su hiperactividad o agotamiento puede llevar a insuficiencia pancreática y, por ende, a desórdenes hormonales, como la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2.
En tanto al hígado, este órgano se también se puede ver afectado por el consumo de azúcares. En esa línea, puede llegar a desarrollar cuadros de hígado graso no alcohólico, produciendo cansancio continuo y otras patologías del metabolismo graso, como hipercolesterolemia.
Para finalizar la lista, a nivel odontológico, el exceso de azúcar en la dieta puede llevar a que la flora bacteriana de la boca se active, lo cual producirá acumulo y fermentación de alimentos. De esta manera, se estará creando un entorno favorable para la aparición de caries y la inflamación gingival.
Así, existe una amplia lista de distintos problemas de salud posterior al consumo habitual de azúcar. Por ello, considero que es responsabilidad que, desde casa, se enseñe qué tipos de alimentos son buenos. En adición a ello, también es necesario que el Estado, desde las escuelas, eduque a maestros y alumnos sobre la importancia de una nutrición balanceada. Del mismo modo, se debe incluir material sobre cuáles son los órganos más importantes del cuerpo humano, considerando su ubicación y funciones.
Con estas medidas, lograremos crear mayor conciencia en los más jóvenes sobre el poder de los alimentos saludables para sanar y curar nuestro organismo, además de aplicar el concepto de medicina preventiva.