La hepatitis es una inflamación del hígado, la cual puede ser de corta duración (aguda) o prolongarse en el tiempo (crónica). Por ende, daña el órgano y altera su correcto funcionamiento, por lo que debe ser detectada a tiempo para llevar un tratamiento adecuado. En ese sentido, es fundamental tener en cuenta que una dieta saludable también colabora a la salud del paciente.
Andrea López Cervera, docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Norbert Wiener, indica que la nutrición es pieza fundamental en la hepatitis, pues el hígado se encarga de descomponer las grasas para que puedan ser digeridas y absorbidas. Del mismo modo, produce y controla la glucosa, si es necesario, para transportar desechos y fabricar diferentes proteínas para el adecuado funcionamiento de nuestro cuerpo.
“El tener una inadecuada alimentación durante esta patología podría afectar a uno de nuestros órganos más importantes. Por ello, que hay que tener en cuenta que una persona con hepatitis debe tener una dieta hipercalórica, ya que existe una condición de metabolismo destructivo”, agregó la nutricionista.
¿Qué alimentos debe consumir un paciente con hepatitis?
Según Andrea López, hay una serie de alimentos que un paciente con hepatitis puede y debe consumir para complementar su tratamiento:
• Pollo carne magra: Para el aumento de masa muscular. Este alimento se debe comer sin pellejo, ya que e contiene grasas saturadas, las cuales podrían seguir dañando al funcionamiento del hígado.
• Pavita carne magra: Contiene proteínas de un alto valor, es de rápida absorción y su porcentaje de grasa es mínimo.
• Pescado blanco: Contiene omegas, los cuales ayudan a disminuir el colesterol que podría estar alterado, ya que el hígado se encuentra dañado.
• Frutas con bajo índice glucémico (cocidas): Las frutas tienen que ser de bajo índice glucémico, como la papaya, manzana, pera, melón, piña, arándanos, fresas, entre otras. Se recomienda evitar la chirimoya, guanábana, plátano, etc. Es recomendable que sean cocidas para evitar alguna infección por algún parásito o bacteria que pueda contener.
• Verduras (cocidas): Las verduras nos proporcionan minerales y vitaminas esenciales para el cuidado de nuestro hígado. Deben consumirse cocidas para evitar cualquier infección por bacterias o microorganismos que puedan estar en su estructura.
• Arroz integral: El arroz integral nos va a proporcionar fibra, la cual ayudará a mantener los índices de glucosa.
• Grasas insaturadas (aceite de oliva, palta, nueces, etc.): Este tipo de grasas ayuda a combatir el LDL, llamado también “colesterol malo”.
• Agua: Debido a que limpia nuestro organismo y es importante en la hidratación de todos nuestros órganos.
“De la misma manera, un paciente con hepatitis deberá evitar el consumo de bebidas alcohólicas, alimentos procesados y ultra procesados, grasas saturadas y trans (tocino, mantequilla, mayonesa, embutidos coma etc), quesos altos en grasa y productos altos en azúcar”, concluye la especialista de la Universidad Norbert Wiener.