Actualmente, hemos adoptado un ritmo de vida bastante acelerado, pues no contamos con demasiado tiempo para invertir a diario en ciertas actividades y labores del hogar, como cocinar. Por ello, solemos comprar comida preparada o algunas veces consumimos lo que nos ha sobrado del día anterior. Generalmente, recurrimos al horno microondas, el cual es considerado por muchos como el aliado por excelencia, ya que podemos calentar, descongelar y cocinar alimentos de una manera sencilla y rápida.
A lo largo de los años, han surgido múltiples mitos sobre los microondas, puesto que se sostenía que las radiaciones podían afectar la salud, por lo que no era pertinente su uso; no obstante, en el 2005 la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un documento donde indicaba que, si el electrodoméstico era empleado siguiendo las instrucciones del fabricante, este era completamente seguro y conveniente para calentar o preparar alimentos, aunque hay algunos productos que no son recomendables de cocinar en este dispositivo, ya que pueden perder nutrientes y su sabor.
¿Qué alimentos no debemos calentar en el microondas?
La Organización de consumidores y Usuarios (OCU) recomienda evitar introducir estos productos alimenticios en este electrodoméstico, incluyendo:
Arroz
Si bien es cierto, es bastante común encontrar múltiples recetas para cocinar arroz en el microondas, los expertos señalan que, recalentar o cocinar este cereal en este aparato, puede aumentar el riesgo de intoxicación, puesto que posee una bacteria llamada bacillus, la cual es altamente resistente a las altas temperaturas.
Brócoli
Este es uno de los vegetales que más vitaminas y antioxidantes aporta al organismo, por lo que cocinarlo en el microondas puede afectar considerablemente a su composición de fenoles, glucosolinatos y vitamina C. Básicamente, este electrodoméstico provoca un descenso de los micronutrientes. En caso se quiera emplear el microondas, el brócoli no debe permanente durante largos periodos de tiempo y con altas cantidades de agua.
Champiñones
Las proteínas de este hongo se destruyen fácilmente por encimas y microorganismos una vez que son sometidos a altas temperaturas. En concreto, el proceso de recalentado de este alimento puede derivar en efectos de hinchazón, ocasionando serias molestias gástricas. Por esta razón, los expertos recomiendan una buena limpieza previa e ingerirlos frescos.
Pollo
Este alimento de origen animal debe estar bien cocido en todas partes para su consumo, pues la salmonela es común en las aves y una cocción insuficiente incrementa su riesgo. Como refiere la OCU el calor que emiten este tipo de aparatos no suele penetrar de igual manera en todas las zonas del producto, por este motivo, es importante asegurarse que no queden zonas rosadas en el pollo.
Productos lácteos
Cuando se calienta la leche en el microondas, lo que estamos ocasionando es que se pierda la mitad de los nutrientes que proporciona este producto lácteo, además, de eliminar parte de la vitamina B12 en un 40%. De igual forma, cuando derretimos mantequilla en el microondas, esta puede perder el poco valor proteico que contiene, causado por la emisión de ondas que se generan dentro del electrodoméstico.
¿Cómo empelar el microondas correctamente?
En definitiva, el microondas es ideal para sacarnos de apuros, por ello el California Childcare Health Program comenta que hay algunas pautas que las personas debemos seguir para minimizar los riesgos que implica el uso de estos aparatos electrodomésticos. En primer lugar, es importante que nunca se utilice si la puerta del horno no está bien cerrada, está doblada, deformada o dañada. Además, es fundamental siempre emplear los recipientes aptos para el microondas, de lo contrario, podrían derretirse o dañarse.
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