Sin lugar a duda, la alimentación es un factor fundamental para todos los seres humanos, ya que una adecuada nutrición contribuye al crecimiento y desarrollo integral de una persona. En definitiva, las dietas saludables incluyen las vitaminas y minerales que nuestros organismos necesitan para un correcto funcionamiento y para conservar una buena salud. Además, nos proporciona la cantidad suficiente de calorías para darnos la energía que necesitamos para afrontar nuestro día a día.
Si bien es cierto, todo nuestro cuerpo se beneficia de una nutrición balanceada y saludable, específicamente, el cerebro como órgano encargado de operar y controlar el organismo en su totalidad, requiere de cierto tipo de alimentos que mejoran funciones específicas, como la memoria.
El cerebro y la alimentación
En efecto, la alimentación garantiza la salud del cerebro, ya que cualquier tipo de carencia nutricional puede impactar en el funcionamiento de las células nerviosas o neuronas y evitar que se generen nuevas conexiones cerebrales. Cabe señalar que, el cerebro representa el 2% de nuestro peso corporal y necesita como mínimo el 20% de la energía que proveen los alimentos para desempeñar sus funciones correctamente.
Asimismo, como expresa Charo Sierra, directora de la revista digital Saber Vivir, diversas investigaciones, han demostrado que una dieta balanceada, rica en grasas buenas, proteínas y minerales, puede ser a clave para la preservar la memoria, mejorar el rendimiento e incluso, disminuir la posibilidad de padecer de Alzheimer. Además, está comprobado que la deficiencia de hidratos de carbono, disminuye el rendimiento de la memoria y la capacidad cognitiva en general.
¿Qué alimentos mejoran la memoria?
Claramente, como hemos visto previamente, lo que comemos cada día no solo afecta nuestra salud física, sino también a nuestras funciones cognitivas. En este sentido, podemos tomar en cuenta la ingesta de ciertos alimentos que nos van a ayudar a mejorar nuestra memoria y prevenir a largo plazo el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.
Palta
Es una de las frutas más saludables que ayudan a mejorar las funciones cognitivas, ya que posee un alto contenido en grasas monoinsaturadas que ayudan a potenciar la actividad neuronal. Igualmente, contiene ácido fólico, que ayuda a mantener y crear nuevas células, además de vitamina K, la cual es muy importante para prevenir los coágulos sanguíneos en el cerebro.
Chocolate negro
El cacao es rico en flavonoides, unas sustancias con efectos antioxidantes y antiinflamatorio que son excelentes para la neurogénesis y el crecimiento de vasos sanguíneos en diversas zonas cerebrales que están relacionadas con funciones cognitivas, como la memoria y el aprendizaje. También tiene un alto porcentaje de antioxidantes, los cuales son fundamentales para el buen funcionamiento de nuestro cerebro.
Verduras de hojas verde
Gracias a su alto contenido de antioxidantes que incluyen vitaminas C, E y A, este grupo alimenticio ayuda a frenar el deterioro cognitivo. Asimismo, una investigación de la Universidad de Montreal en Canadá reveló que el consumo de brócoli- rico en vitamina K- presenta buenos resultados en los tratamientos para el Alzheimer.
Arándano
Es una fruta que contiene flavonoides y antioxidantes, las cuales tienen un efecto positivo sobre la comunicación celular, produciendo así un incremento de la plasticidad neuronal y reduce la posibilidad de padecer de una enfermedad neurodegenerativa que impacta directamente en la memoria y en otras funciones cognitivas.
Cúrcuma
Definitivamente, es un alimento con múltiples beneficios para el cerebro, ya que, gracias a su poder antiinflamatorio y antioxidante, esto favorece a una mejora en la memoria, fomenta el crecimiento de células nuevas para el cerebro y aumenta la secreción de dopamina y serotonina.
Café
La cafeína bloquea una sustancia del cerebro denominada adenosina, que más allá de evitar que la persona entre en un estado de somnolencia, los estudios sugieren que puede aumentar la capacidad del cerebro para procesar y almacenar información. De igual forma, es una buena fuente de antioxidantes, por lo que su consumo se relaciona con la reducción del riesgo del deterioro cognitivo.