El café es una de las bebidas más conocidas y comercializadas en todo el mundo. La cafeína es una sustancia psicoactiva de sabor amargo que actúa como estimulante del cuerpo, por lo que, consumida en exceso, puede traer consigo una serie de consecuencias perjudiciales para el organismo.
Investigadores examinaron las conexiones genéticas a un grupo de 300 mil participantes del Reino Unido sobre el consumo habitual de café y una gama de enfermedades, encontrando que el exceso de café puede aumentar el riesgo de osteoartritis, artropatía y obesidad. Cuando se consumen más de seis tazas de café al día, hay un grave peligro.
“A nivel mundial, bebemos alrededor de tres mil millones de tazas de café cada día, por lo que tiene sentido explorar los pros y los contras de esto sobre nuestra salud”, señala Elina Hypp-nen, profesora de la Universidad de South Australia y líder de la investigación.
Qué me puede pasar si tomo mucho café
“En este estudio, utilizamos un enfoque genético, llamado análisis MR-PheWAS, para establecer los verdaderos efectos del consumo de café en 1.117 enfermedades. Tranquilizadoramente, nuestros resultados sugieren que el consumo moderado de café es en su mayoría seguro”, aseguró la experta.
También se demostró que el consumo excesivo de café aumenta los riesgos de las enfermedades ya mencionadas. “Para las personas con antecedentes familiares de osteoartritis o artritis, o para aquellos que están preocupados por desarrollar estas enfermedades, estos resultados deben actuar como un mensaje de precaución”, agrega Hypp-nen.
“El cuerpo, generalmente, envía mensajes poderosos con respecto al consumo de café, por lo que es imperativo que las personas escuchen estos cuando consumen café”, concluye.
Por ello, el mensaje que siempre debemos recordar es consumir café con moderación, esa es la mejor apuesta para disfrutar del café y de una buena salud también”.
Consejos para consumir café
- Tener horarios de consumo: Se recomienda esperar dos horas despierto para administrar la primera dosis de café al cuerpo. Por ejemplo, para alguien que se despierta a las 7, el primer café del día debería tomarse entre las 9:30 y las 11:30, cuando los niveles de cortisol desciendan. Si se quiere volver a tomar café en el día, se debe hacer a las 12:00 y 13:00.
- Conocer el nivel de sensibilidad a la cafeína: La cafeína puede desarrollar dependencia en algunas personas.
- Acompasar el café a los ritmos circadianos: Un factor muy importante es el ritmo cardiaco. Dependiendo de este, lo que ingieras a una hora tendrá un efecto u otro, dependiendo de tu estado físico.
- No sobrepasar la dosis diaria recomendada: La dosis de café diaria para alguien con consumo moderado se establece entre 100 y 300mg. Según los expertos, 500 mg de cafeína sería la cantidad diaria máxima para que no hayan consecuencias.
- Alternar tipos de café con más o menos carga de cafeína: Dependiendo de la variedad del café o de la cantidad que contiene cada taza que tomes, tu dosis de cafeína es mayor o menor. Si no quieres acelerarte cada vez que tomes café, una solución es alternar entre espresso, con leche, e incluso latte macchiato, que es la versión con menos cantidad de café y más de leche.
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