La autorregulación emocional es la capacidad de las personas para controlar y regular sus emociones, pensamientos y comportamientos en respuesta a situaciones desafiantes o estresantes.
La autorregulación emocional es la capacidad de las personas para controlar y regular sus emociones, pensamientos y comportamientos en respuesta a situaciones desafiantes o estresantes.
Milenka Duarte

Actualmente, vivimos en mundo bastante reactivo, ya que los constantes eventos que acontecen en nuestra sociedad-sean positivos o negativos- generan en nosotros una reacción casi instantánea. Si bien es cierto, gracias a la tecnología y las redes sociales, tenemos la libertad de expresar nuestras emociones, pensamientos, creencias, valores e ideas, considero que hoy en día, prima una carencia en los seres humanos de, la cual está enfocada en ese gran conjunto de habilidades que nos permiten y que nos exige el entorno, desde una perspectiva más emocional.

Definitivamente, la inteligencia emocional va muy de la mano con la , es decir, tener la capacidad de conocer nuestras propias emociones y aprender a manejarlas, pero también a reconocer las emociones de los demás, con el fin de establecer que nos permitan gozar de un estado de bienestar y satisfacción. Desde luego, la sensación de no poder enfrentarnos y manejar adecuadamente un sinfín de situaciones, puede ocasionar un malestar muy grande, pues muchas veces, podemos sentir que nos desconectamos de nosotros mismos, ya que sentimos que perdemos el control de la situación, en otras palabras, experimentamos como una explosión de emociones, justamente por la falta de recursos o estrategias para gestionar de forma saludable las emociones.

¿Qué es la autorregulación emocional?

Como bien mencioné, la autorregulación es esa capacidad que tenemos las personas para controlar las emociones, pensamientos y comportamientos en respuesta a una situación desafiantes o estresante. En concreto, implica el reconocimiento y la comprensión de las emociones propias, la capacidad para regular las emociones negativas y potenciar las positivas, además de mejorar nuestra habilidad para la toma de decisiones de forma efectiva ante acontecimientos emocionales desafiantes. En efecto, este es un componente fundamental de la inteligencia emocional, por ende, es sustancial para el éxito de un buen desarrollo personal.

¿Qué estrategias nos ayudan a desarrollar la autorregulación emocional?

Sin lugar a duda, la autorregulación emocional tiene un impacto significativo en nuestro bienestar emocional, puesto que nos permite establecer una mejor relación con nosotros mismos y con los demás; así como evita que atravesemos por cuadros de ansiedad, depresión y otros problemas que repercuten en nuestra salud mental.

Las personas que tienen dificultades para la autorregulación emocional tienden a tener problemas en sus relaciones interpersonales y son más propensos a trastornos emocionales y a tener conductas impulsivas o agresivas.
Las personas que tienen dificultades para la autorregulación emocional tienden a tener problemas en sus relaciones interpersonales y son más propensos a trastornos emocionales y a tener conductas impulsivas o agresivas.

Reconocer las emociones

Es fundamental tomarnos el tiempo necesario para poder identificar y comprender nuestras emociones, tal vez podemos hacerlo poder medio de prácticas, como la atención plena, la meditación, un diario emocional o conversando con algún amigo o un terapeuta. Esto nos permite empezar a trabajar en la regulación de las emociones que tiene un impacto negativo en nosotros y también a aumentar aquellas que son positivas.

Detener el pensamiento

Básicamente, es buscar suprimir aquellos pensamientos que nos producen malestar, para lograr redireccionar nuestro estado emocional y lograr salir de esta situación desagradable. Lo que podemos hacer es, en lugar de enforcarnos en lo negativo, debemos tratar de desenfocar nuestra atención en ello y centrarla en otra situación o actividad que nos aporte bienestar.

Cambiar de perspectiva

Esta estrategia nos permite modificar la manera en la que estamos interpretando los diversos acontecimientos, es decir, buscamos la manera de cambiar el impacto que tiene en nuestro estado emocional. Si bien, es lógico y natural que ante una situación desafortunada podamos experimentar emociones, como tristeza, ira, miedo, entre otras, podemos tratar de focalizarnos en una postura más positiva y optimista. Sin lugar a duda, de todas nuestras experiencias podemos aprender y obtener enseñanzas que al final, nos vuelven más fuertes.

Practicar la empatía

Ciertamente, nuestras emociones, pensamientos y comportamientos tienen consecuencias, las cuales pueden repercutir en nuestro bienestar y desarrollo personal, de igual manera, en nuestra relación con las personas de nuestro entorno. Asimismo, es importante aprender a validar nuestras emociones y la de los demás, es decir, reconocer eso que está sintiendo la otra persona y tratar de mantener una postura de apertura y escucha activa.

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es periodista y psicóloga por la Universidad Peruana Cayetano Heredia.

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