Definitivamente, cuando pensamos en la mujer como tal, es inevitable recordar todo ese largo camino que hemos tenido que recorrer, puesto que es un tema que despliega un amplio bagaje histórico, en donde antiguamente, la razón, la justicia y los derechos de las mismas eran minimizados y usurpados por una sociedad reinada por el machismo. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de diversas mujeres a lo largo de los años, hoy en día, como mujeres podemos gozar de mayor libertad de expresión y una capacidad de poder dirigir nuestra vida.
Si bien cierto, aún en muchos aspectos existe una desigualdad de género latente; no obstante, las mujeres de todo el mundo alzan sus voces para hacerse escuchar y seguir con esta lucha. Por ejemplo, en los últimos años, especialmente, se habla mucho sobre el empoderamiento femenino, con el cual se pretende alcanzar esa equidad en el plano laboral, social, económico, político, psicológico, cultural y educativo.
¿Cómo surgió el empoderamiento femenino?
Evidentemente, es un tema que ha ganado gran protagonismo en estos años; sin embargo, su origen se remonta a la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing en 1995, con el objetivo de aumentar la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder, avanzando así en la igualdad y equidad de género.
No cabe duda que, el empoderamiento femenino implica independencia, dejar atrás esa pasividad característica, para ahora dar lugar a la acción y; sobre todo, ser las responsables y dueñas de nuestra propia vida sin la necesidad de someternos a las decisiones de otras personas.
¿Cómo podemos sentirnos más empoderadas?
Indudablemente, una mujer empoderada es aquella que es consciente de su capacidad de liderar su vida, pero también representa un ejemplo de liderazgo, es decir, es una fuerte de inspiración para los demás. De igual forma, la asertividad es uno de los pilares que rige su vida, puesto que logra expresar su mensaje de forma clara y respetuosa, además, posee una escucha activa casi innata que por medio de la empatía busca empoderar a otras mujeres.
Tal vez te preguntarás, ¿cómo puedo lograr ese empoderamiento? A continuación, te presento algunos aspectos que considero que son admirables en una mujer, y que todas nosotras podemos tomarlo como referencia y aspirar a ser una motivación para las demás.
Se autoconoce
Sin lugar a duda, una mujer que realiza una introspección y lograr conectar con sus sentimientos y pensamientos más profundos, es capaz de conocerse y saber quién es como ser humano. Además, reconoce sus fortalezas y oportunidades de mejora, y a partir de ello, puede trazar su propio camino y decidir hacia dónde quiere dirigir su vida.
Reconoce su valor
Claramente, no necesita pedir permiso para ser ella misma, ya que, gracias a su capacidad de autoconocimiento, puede aceptarse y amarse sobre todas las cosas. De igual forma, jamás su valor como persona está determinado por cómo la perciba el resto del mundo, dado que sabe que es valiosa por ser quien es.
Confía en sí misma
Creo que no hay nada más poderoso que creer en una misma, ya que es una fuerza necesaria que hace sentir que una puede lograr cualquier cosa que nos propongamos. Además, una mujer segura de su potencial es capaz de tomar decisiones ante cualquier tipo de dificultad.
Sale de su zona de confort
El miedo a lo desconocido muchas veces puede ser la excusa perfecta para evitar asumir retos; sin embargo, una mujer empoderada confía en sí misma y apuesta por nuevas experiencias, pues las percibe como una oportunidad de crecimiento y mejora continua.
Sabe decir que no
Es aquella persona que puede demostrar su punto de vista, opinión, valores, sentimientos y creencias buscando siempre mantener un equilibrio entre el respeto a una misma y a los demás. En efecto, es capaz de establecer una comunicación sincera, cordial y saludable, pero además, reconoce y valida eso que quiere expresar. Evidentemente, no tiene miedo al rechazo, ni una necesidad de ser aceptada, por lo que sabe trazar sus propios límites.
Es responsable de su vida
Una mujer empoderada se hace cargo de sus propias decisiones y asume total responsabilidad por las consecuencias de las mismas. Es capaz de llevar la frente en alto y afrontar la vida tal cual es. Igualmente, reconoce sus propias emociones, se da permiso de vivirlas y, finalmente, logra aprender de aquellos sentimientos.
Es su mejor proyecto
Al ser consciente de su propio ser, tiene un compromiso consigo misma, el cual está orientado a su crecimiento y mejora continua. Para ello, busca las herramientas o ayuda necesaria que le permita lograr un desarrollo personal y su bienestar integral.
Empodera a otras mujeres
No hay nada más gratificante para ella que estar al servicio de los demás. Por esta razón, su misión consiste en demostrarle a las demás mujeres que son capaces de ser las líderes de sus propias vidas, lo que fortalece su autoestima y las encamina en el desarrollo de una inteligencia emocional.
¡No olvides que, únicamente depende de ti sentir que verdaderamente eres la líder de tu propia vida!